"Mommy and Kitten" - Camren

Capítulo 3.

Pensó que era como las demás, y que solo era el hecho de querer a Lauren como su Kitten lo que la hacía luchar por tenerla sobre todo.
Pero se equivocó, todo con Lauren era diferente, la pequeña pelinegra la volvía loca, con solo hablar, creyó que estaba mal algo en ella, jamás sería capaz de aceptar que se estaba enamorando.
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POV CAMILA

Supe que hoy tendría clase de gimnasia, busque la manera de poderme escabullir detrás de las gradas para poder observarla.
Las horas pasaban, empezaba a amar el uniforme de educación física, le queda tan jodidamente bien, sobretodo el pequeño short que se le sube cuando trata de encestar.
Espero pacientemente disfrutando de la perfecta vista de sus largas y definidas piernas hasta que el timbre toca. La maestra les da indicaciones que no alcanzo a escuchar. Todos se acercan a tomar sus aguas.
Casi salto de felicidad al ver a Normani salir aprisa de la clase por sus ensayos y dejar sola a Lauren.
Sus compañeros salen uno por uno, cuando toma su agua la llamo, no me escucha y veo que camina hacia la puerta. Es la última porque ya hasta el maestro ha salido. Corro detrás de ella logrando cerrar la puerta antes de que ella salga. Pega un grito por el susto que le he dado, no puedo evitar soltar una pequeña risita a la que ella responde dándome un suave golpe en el hombro.
La tomo por la cintura dejándola a ella ahora acorralada en la pared.
-te he extrañado tanto, Normani ya no te deja sola en los recesos y el último beso me dejo con ganas de más.
Me mira sorprendida, de nuevo se ha sonrojado y me encanta.
-y-yo, quería ha-hablar contigo de esto-nos señala con su mano-. Ni siquiera se tu nombre y tampoco porque estas interesada en mí, esto no está bien.
Le regalo una sonrisa depositando un casto beso en sus labios.
-mi nombre es Camila, Camila Cabello, y a partir de ahora soy tu Mommy.
Acaricio su mejilla, recorro con mis manos su cintura, sus caderas, bajo mis manos a su trasero y lo aprieto. Suelta un gemido.
-no, Camila-me aparta-. Esto está mal, no somos nada y a mí no me gustan las mujeres.
Asentí dándole a pesar que había entendido, pero no aparte mis manos de su trasero, simplemente lo seguí acariciando.
-sí, esto está muy mal-la beso y me corresponde, la noto desesperada y me encanta-. Esta mal que te bese-me acerco a morder el lóbulo de su oreja-, está mal que te susurre al oído-bajo poco a poco a su cuello con un camino de besos, succiono y muerdo, quiero que se acuerde muy bien de esto-, está mal que te toque-subo mis manos a su cadera y la acerco más a mi buscando un poco más de fricción-, por eso no te volveré a buscar.
Me alejo, abro la puerta y salgo escuchando un pequeño suspiro de su parte.