Mi segundo amor, de hecho la persona que lleno mi mundo de luz y esperanza, la persona que cambio cierta parte de mí.
Mi segunda relación fue en ese mismo año, 2014. Conocía a la persona pero no la recordaba por obvias razones, había estudiado con él en la primera institución en la que estuve y me cambiaron al pasar al tercer grado por razones que hasta esta fecha desconozco, estuve hablando con él desde Septiembre de ese año 6 meses luego de haber terminado mi primera relación por problemas con mi madre y la de él...
*Flashback*
Un día estuve almorzando con mí madre cuando regrese del liceo y ella me estaba preguntando sobre mí día...
¿Cómo te fue hoy? - Preguntó mi madre.
Bien, lo normal. Lo mismo de siempre. - Contesté.
¿Qué es lo mismo de siempre? - Preguntó ella.
Estar con mis amigas, hacer mis deberes, escuchar lo que dicen los profesores... - Respondí.
¿Puedo hacerte otra pregunta? - Preguntó mi madre con mucha seriedad.
Si, ¿Qué pasa? - Le contesté.
¿Qué te pasa últimamente?, Digo, antes eramos un poco más unidas y te siento un tanto distanciada de la realidad y de tu familia, eras más responsable con ciertas cosas y más madura que como te comportas ahora. - Dijo ella.
¿A qué te refieres?, Sigo siendo yo, pero estoy creciendo, es un tanto normal que me distancie un poco estoy entrando a mi etapa de adolescente madre, calmate no perderás a tu hija como tal, solo crecerá un poco y empezará a experimentar y pasar por cambios en esta etapa, no me perderé, ni iré por mal camino. - Respondí
¿No será que tienes un novio y no quieres decirme nada?. - Preguntó.
No madre, aún no estoy para eso, calmate todo será un poco diferente pero no cambiaré las mejores fases de mi. - Respondí con un tono un poco alarmante.
Esta bien, termina de comer y haces tus tareas. - Dijo ella.
Esa conversación debió de poner a mi madre en alerta por como respondí su última pregunta, puesto a que paso días pendiente de lo que hacía y como actuaba, no dejaba de verme por un segundo, pero lo que ella no tomó en cuenta es que, nunca nos comunicábamos, muy raro cuando hablábamos, ella antes me prestaba más atención, pero a medida que fue pasando el tiempo y fue pasando por relación tras relación ella dejo de tomarme importancia y comenzó a estar más pendiente de ella y de las relaciones que tenía en el momento. Me di cuenta del giro que fue dando mi vida luego de la muerte de mi tía, exactamente después de aquel acontecimiento tan horrible y doloroso, mi vida fue cambiando poco a poco.
Terminé de comer, me cambié de ropa y comencé a hacer mis tareas. Luego de terminarlas escuche música un rato y practiqué como por 20 minutos con mi guitarra los acordes que me habían enseñado el día anterior, para luego instalarme un rato en la computadora para hablarle a él sobre la conversación que había tenido con mi madre.
Esa conversación me había dejado muy pensativa, porque no sabía lo que iba a pasar después de que mi madre comenzará a investigar a fondo sobre la situación por la forma en la que le respondí, en lo que si estaba segura era que ella le iba a decir a mi abuelo y allí el problema crecería más porque abuelo me había visto con el meses antes, lo que no sabia era que mi abuelo ya le había dicho a mi madre sobre eso y fue lo que levantó las sospechas de mi madre.
Al pasar los días mi madre fue a hablar en el liceo donde estudiaba y allí se entero de la relación que tenía, con tal solo 13 años y cursando el octavo año, y sin antes haber hecho algo tan feo, que fue mentirle a mi familia, mi madre fue a hablar con su mamá y se creo tal problema, que no nos pudimos hablar más.
*Fin Flashback*
Mi madre lo conoció de una mala forma, volví a tratar de hacer las cosas a escondidas, para mi suerte mi madre lo vio y el padre de mi hermano menor igual, lo conocieron esa noche de Septiembre, no recuerdo bien cuál día fue. En fin, el padre de mi hermano llego y estuvimos un rato hablando, no fue mucho tiempo, cuando de repente...
Disculpen, ¿Eres Chiquinquirá?. - Dijo Roberto.
No. - Respondí con nervios.
Chiquinquirá, ¿Qué?. - Preguntó el padre de mi hermano.
Lameda, Chiquinquirá Lameda. - Respondió Roberto.
Si, es ella. - Dijo el padre de mi hermano.
En el momento me asuste muchísimo, comencé a temblar, sentí demasiados nervios, no sabía qué hacer en el momento. Así que el padre de mi hermano (Carlos), dijo que nos fuéramos a otro lado para poder hablar. Roberto se dio cuenta de lo nerviosa que estaba así que me abrazó y en uno de esos abrazos apareció mi madre, y comenzaron los nervios de nuevo, el corazón totalmente acelerado, tembladera, mareos, mariposas en el estomago, cuando de repente...
Ven acá. – Dijo mi madre.
Si, mami ya voy. – Dije.
¿Te metí en problemas? – Preguntó Roberto.
Realmente, no lo sé. Debo ir a ver que me dirá, pero si me sigues abrazando peor será. – Respondí.
Cierto, lo siento. – Dijo Roberto.
Tranquilo, vamos. – Dije.
Si, mami. ¿Qué pasó?, Él es Roberto, un amigo. Estudió conmigo en mi primera institución, creció mucho, ¿Te diste cuenta? – Dije con mucho nerviosismo.
Acompáñame a comprar queso para la cena. – Me pidió mi madre.
Si, señora. – Respondí nerviosa.
Así que la acompañé al local que estaba cerca del edificio a comprar queso y en el camino habló conmigo, me preguntó quién era, si me atraía, y cuantos años tenía, en pocas palabras no me prestó atención cuando lo dije la primera vez, sin ningún problema respondí sus preguntas, así que me dijo que volviera al edificio junto con él.
Cuando llegue a la entrada del edificio respiré profundo y entré, él estaba sentado junto con Carlos cerca de la entrada, lo mejor fue que llegue justo en el momento en el que Carlos le preguntó a Roberto que intenciones tenía conmigo y él respondió... Amigos. En ese tiempo sinceramente era así, queríamos ser amigos de nuevo, irnos conociendo otra vez, porque nos conocimos teniendo 6 años y ya teníamos 13 en el momento, habían pasados 7 años y obviamente las cosas habían cambiado mucho.
Cuando mi madre llegó de comprar el queso para la cena, para mi sorpresa lo invitó a subir al apartamento, así que él hizo eso, luego de estar acá adentro y de que pasaran 45 minutos, su madre (La señora Yajaira), lo llamó a su teléfono porque venía en camino buscarlo, entonces tuve que bajarlo. Estando en el ascensor Roberto y yo comenzamos a hablar...
Me sentí asustado cuando tu mamá nos vio abrazarnos, pero creo que no fue tan malo. – Dijo.
No, realmente no. También me asusté mucho, pero creo que ya lo peor pasó. – Dije.
Bueno, al fin solos. – Dijo él.
¿Al fin solos?- Pensé. No entiendo...
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Ayer no pude publicarlo por problemas familiares, pero acá lo tienen. Disfruten y buenas noches mis amores, ¡los quiero mucho!
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La Vida De Una Adolescente
Teen FictionNo todo en la vida es color de rosa. La vida es como una montaña rusa, tiene sus altos y bajos, nuestro trabajo es ser saber sobrellevarlos. Todos tenemos problemas unos mas fuertes que otros. Somos seres humanos, cometemos errores, pero la pregunta...