CHAOS

Después del juego

Las clases pasan de lo más tranquilo y normal, veo a Scott en algunas de ellas y ando con Pete en todas.

Estoy poniendo en orden algunos de mis apuntes de la clase del profesor McGregor cuando Pete me interrumpe.

- Vamos, déjalo ya, tengo hambre -dice tirando de mi cabello.

- ¡Ah! -me quejo- vale, vale -levanto las manos resignada. Guardo la carpeta en el bolso y salimos hacia a la cafetería.

Tomo un par de gelatinas, frutas y un jugo de arándanos.

- Qué saludable te pones -burla Pete. Lo miro haciendo bizcos y sacándole la lengua y se ríe.

Los demás ya están en la mesa a punto de terminar con sus alimentos. Cat mira a Pete y salta plantándole un gran beso en los labios.

- ¿Por qué se han demorado? -Pregunta Queen.

- Culpa de Dakota -me señala Pete y abraza por la cintura a Cat- se ha puesto a hacer quién sabe qué y como buen amigo que soy la esperé -sonríe como un niño pequeño.

- Ay gracias, te amo, denle su estrellita dorada -digo con voz de niña pequeña.

Los demás se ríen y Pete me saca la lengua. Le enseñó el dedo corazón y le mandó un beso.

- ¿Entonces iremos al partido de béisbol hoy? -Pregunta Cat y levanta las cejas. Scott la mira con mala cara y ella oculta una risita.

- ¡Ay! -chilla Cat y me imagino que Scott le ha dado un puntapié. Me río por lo bajo.

- Yo tengo que ir. -Dice Morgan y avienta el corazón de la manzana a su bandeja. Todos los miramos frunciendo el ceño.- Estoy en el equipo -dice como si fuera obvio.

- ¿Desde cuándo? -Pregunta Randall sorprendido.

- Desde que inició la temporada -responde él, de nuevo con ese tono de obviedad- ¿es en serio que no lo sabían? -Entrecierra los ojos.

Todos negamos con la cabeza y él resopla diciendo un largo "¡UAU!"

La verdad es que nos ha tomado por sorpresa. O al menos a mí vaya que me ha sorprendido.

- ¿Por qué creen que no bebo a morir en las fiestas? Si el entrenador me llegase a ver estoy fuera del equipo y no puedo permitir eso. Necesito la beca deportiva que me brinda la universidad.

- Vaya, ni había pensado que por eso no bebías -digo, metiéndome a la boca el último pedazo de fruta.

Scott me mira extraño y no entiendo por qué, pero no me dice nada.

- En ese caso obvio iremos todos al partido -dice Matt- por ti amigo. -Sonríe, primero en dirección a Morgan y luego a mí. Le dedico media sonrisa y bajo la vista a mi bandeja.

Nos ponemos de acuerdo en vernos en la entrada del campo de béisbol unos veinte minutos antes del partido y luego nos vamos a nuestras respectivas clases.

El resto de mis clases transcurren rápido. Solo me dejan un par de tareas para la siguiente semana y apunto mentalmente adelantarlas lo antes posible. A veces he intentado no ser tan obsesa con mis apuntes mentales y mis adelantos de los deberes, pero no puedo.

- Vamos a por helado de camino a tu edificio -dice Pete echándose la mochila al hombro.

- Claro.

He aprendido a conocer a Pete lo suficiente como para saber que esta invitación conlleva una conversación sobre algo que lo aqueja. Sin embargo acepto porque tengo curiosidad de saber qué es lo que quiere que hablemos.