Elizabeth regresó al Salón, necesitó de todo su auto control para no llorar mientras hablaba con su esposo, la velada apenas comenzó y aún le faltaba enfrentarse al resto de su "familia" Tomó un poco de aire y Se dirigió a sus suegros.
-Buenas noches, excelencias. -los saludo con una gran sonrisa. -Buenas noches, querida Margaret. -dijo mirando a su antigua amiga
-No sé quién diablos es usted...pero le aseguro que pagará muy caro por esta afrenta - ¡Nadie creerá semejante mentira! Le susurro indignado el Duque.
-¿Cómo se atreve a usurpar el lugar de mi querida amiga?- inquirió con voz chillona la pelirroja.
-Yo no lo puedo creer y le aconsejo pequeña arribista , que tome a su viejo amante y se retire inmediatamente. ¡Este no es lugar para gente como usted!- terminó la duquesa.
-¡Oh, pero que sensibles!- se burló Elizabeth. -Tal parece que esta noche no los trata bien... ¿saben?, creo que será mejor dejarlos. El ambiente se ha puesto algo pesado y yo vine a divertirme...ah, una cosa más...-dijo mirando a los ojos del Duque -las sorpresas apenas comienzan- Excelencia•-¿Nos está amenazado? Preguntó el Duque.
-Sí, eso hago, así que por el bien de todos evitemos un escándalo mayor; me parece suficiente el anuncio de mi matrimonio-《por ahora》dicho esto se marchó cuando vio a su esposo acercarse.
-¿Hablaste con ella?, ¿te ha dicho que quiere?- preguntó el Duque a su hijo.
-Dice que es Elizabeth Barwick- contesto Richard.
-¡Eso es...imposible!-reclamó airadamente la duquesa.
-Pues te diré, mi querida madre que sabe fingir muy bien.-Dice que ha regresado, para reclamar lo que le pertenece y que no olvida las afrentas y el dolor que le hemos causado.
-No...es imposible, esa mujer no puede ser Lizzi- dijo pensativa Margaret.-Ella debe estar en Bedlam-
-¿Beldam, entonces es cierto?, ¿que sabes tú de eso?- exigió Richard.
-Calmate hijo-dijo el Duque- lo mejor será retirarnos. Mañana a primera hora le enviaré al señor Smith una nota exigiéndole que se presente a darnos explicaciones.
-Yo me quedo.-respondió Richard- No voy le voy apermitir a esa mujer deambular por la recepción inventando quien sabe que barbaridad o convirtiendo a nuestra familia en el hazmerreír de la sociedad.- dicho esto se marchó buscando a su supuesta esposa.
Elizabeth conversaba alegremente con los anfitriones, respondia amablemente sus inquietudes sobre su vida y su boda con Lord Langrid: el ¿por que no lo habían anunciado antes, dónde estuvo tanto tiempo mientras su esposo se presentaba en los salones de brazo con la señorita Hidden y sobre todo por qué apareció ahora? - Me temo que son demasiadas preguntas para responder - dijo regalando una encantadora sonrisa- Sólo les puedo decir que por razones concernientes al testamento de mi abuela no podía presentarme en sociedad; mi matrimonio se realizó aún siendo yo muy joven por lo cual tampoco me encontraba preparada para dicha responsabilidad y en lo referente a mi esposo y la señorita Hidden debo decir que Margaret es una gran amiga, por lo tanto confío plenamente en que ambos se han comportado con el mayor decoro.
Richard se acercó a la pequeña reunión alrededor de la hermosa mujer y sin más interrumpió las explicaciones que esta daba a sus acompañantes.
-Disculpa querida pero creo que es momento de que dediques tus atenciones a tu esposoa orquesta va a tocar el vals y puesto que es tu primera velada me corresponde
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Dulce venganza
Historical FictionElizabeth es una joven e inteligente heredera, ha sido despreciada por su familia, su prometido y quien creía su mejor amiga. Richard, Lord Langrid es el joven heredero del Duque de Wellington, obligado a convertirse en el prometido de una niña de...