Jacob y Renesmee : la Ultima Llama Ardiente ©

¡Jake!

Renesmee:

Ese sería uno de los días más felices de mi vida. Los primeros días mis hermanos dormirían en la habitación que estaba en frente de la mía...

Sebbas y yo decidimos ir a comprar todo lo que necesitarían ellos con ayuda de mi mamá y de mi tía Alice.

Mi papá junto a mis tíos Emmett y Jasper se encargarían de armar la cuna. Mi tía Rosalie junto con mis abuelos se quedarían cuidando a mis hermanitos...

Mi mamá nos llevaba en su auto, pero había retraso en la autopista...

—¡Maldición! — decía mi mamá al volante. Al escuchar el comentario de mi mamá comencé a recordar.

Una vez, hace ya varios años; ella se había peleado con Jake y para distraernos fuimos de compras. Recuerdo que mi mamá estaba atrapada en una cola y dijo la misma palabra...

—Eh...

—¿Si?

—¿En qué pensabas?

—En nada...

—Te conozco y algo estabas pensando

—Te lo juro en nada.

—Bueno muchachos. Tomaremos un atajo, pues esta cola ya me está haciendo enojar

—Ok — dijimos Sebbas y yo al unísono. Después de media hora habíamos llegado al centro comercial

—Hija mientras voy encontrando puesto tu y tu novio vayan adelantándose

—Ok

—Tengan cuidado

—Si tía. Lo tendremos — Sebbas y yo nos bajamos y empezamos a caminar.

Él me tomó de la mano y yo le sonreí. Llegamos al nivel dos del centro comercial.

A la derecha pude observar la tienda donde hace años, me compré mi vestido dorado, el que usé para mi cumpleaños número seis...

Me había quedado viendo la tienda por unos minutos...

—Eh... ¿Qué tienes?

—Nada... En esta tienda me compré mi vestido dorado. Lo usé para mi cumpleaños número seis... Recuerdo que me quedaba grande y mi mamá me lo ajustó

—Ese vestido debe de ser hermoso para estar contigo...

—Si, lo es... Y ahora que lo pienso, quiero dárselo a Brittany. Para que cuando crezca también pueda disfrutarlo como yo lo hice

—Por eso me enamoré de ti. Tienes un gran corazón - le dediqué una sonrisa - ven vamos que allí vienen tu mamá y tu tía

—Seguro nos echarán un buen regaño

—¡Aquí están!. Pensamos que ya estaban en una tienda comprando

—Lo siento tía, pero me distraje

—Bueno. ¿Qué esperamos?. Tus hermanos no dormirán en el suelo...

—Si señora... — nos dirigimos a la primera tienda que vimos y mi mamá y mi tía no dejaban de hacer bromas...

Nos dividimos las tareas, mi madre y mi tía irían por los juguetes y todo lo que necesitarían, mientras que Sebbas y yo iríamos por los chupetes, biberones y por su ropa...

—Mira esto... Es demasiado tierno saber que mis hermanos usarán todo ésto

—Si... Pero ven aquí — Sebbas me jaló del brazo y me besó — Te amo — al final del día mi tío Emmett ya había armando la cuna y mis padres les estaban dando de comer a ambos bebés, mientras que Sebbas y yo arreglábamos su armario