Memorias del joven curandero de 18 años.
La conocí cuando yo tenía 13 años, por lo que escuche de mi madre ella estaría entre los 9 a 10 años. En ese entonces, mi madre la curaba, luego ella se enfermó y me enseñó cómo tratar las heridas de gran gravedad junto con enfermedades infecciosas y/o contagiosas, fue una gran mujer, admirada por muchos.
Luego de su muerte, me encargue de las gente importante que ella trataba entre ellos, el secreto mejor guardado del rey del fuego, la niña de ojos rojos.
Cuando la vi por primera vez, quise saber todo sobre ella, principalmente ¿Por qué era tan difícil llegar a donde estaba?.
Mi madre me dijo que no debía indagar muy a fondo sobre su existencia, o me llevaría a tener una soga en el cuello, aún así me es imposible no querer involucrarme sinceramente estoy loco por ella, esos ojos y su maldita locura, se volvieron mi obsesión.
Estoy seguro que él también lo sabe, está consciente de mis sentimientos, no sirvo para mentir, no comprendo ¿por qué aún así me deja tratarla estando los dos solos?, será que no le interesará o no le conviene pasar una soga por debajo de mi cabeza, aun así evitaré llevarlo a esa alternativa.
Su nombre es Alice, la única persona que conozco en este mundo con ojos rojos, y ...vacíos.
Es rara, maleducada y sin trabas en sus palabras, admito que culpa de eso la ha llevado a varios problemas que ocasionan heridas más problemáticas de tratar. Aún así eso no cambia su manera de expresarse.
El temor evita que hable en momentos donde no tiene permitido, contesta lo que le preguntan eso sí, no esperes una respuesta agradable, nunca te la dará.
Cada cinco días, me traslado a un galeón en los puertos del reino Hestia, salimos como un total de 20 hombres aparte del rey.
Navegamos por unas cuantas horas, luego desembarcamos en una isla posicionada sobre una ruta comercial marítima, llamada Tetis. En ella se quedan 17 hombres, los tres restantes nos acompañan en un velero, que me vendan los ojos llegando a cierta distancia.
Al sentir que nuestro velero se detiene, me sujetan de los dos brazos y me ayudan a bajar de esté.Escucho las pisadas en la arena, mis pies se hunden en esos huecos que formaron, mi recorrido se va haciendo más difícil por las rocas, el ambiente se vuelve más frío y sombrío, vamos bajando por unas escaleras, llegados a los 46 escalones me sacan las vendas y me dejan caminar a mi ritmo.
El camino que iba de bajada se va volviendo horizontal, más húmedo y se siente las olas alborotadas golpeando las rocas que están alrededor nuestro.
Y al final de este pasadizo, esos ojos resaltan dando una luz guía a mí camino.
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Mientras tanto en algún lugar de un bosque frondoso, un muchacho de 23 años cuenta como fue su día.
*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.Escucho a alguien entrar a la mansión, camino rápido para asomarme por el barandal del segundo piso y saber quién era.
Era Zack, con una cara aterradora.
-¿Estaba entretenida la charla?, digo ¿Cómo no apareciste en toda la noche?.- le pregunto mientras me apoyo en el barandal de madera.
- deja de molestarme, no debo darte explicaciones de mis acciones.- me contestó, mientras se sacaba su saco.
-¡valla! Y vienes con ropa nueva, que atento tu hermano la próxima vez iré yo a hablar,necesita un par de botas.- exclamé en tono burlesco- y dime ¿ moveremos nuestros traseros de está vieja mansión abandonada?.
-ese infeliz, no sé decide todavía- prosiguió mientras se rascaba la nuca- voy a ir a descansar, los chicos ¿por dónde andan?.
- Algunos están en el lago buscando comida, otros entrenan en el bosque. ¡Ah! Neo te anda buscando llegó un recado para ti por parte del rey, dice que debe dártelo personalmente. - le comenté mientras me alejaba, en dirección a mí sala de trabajo.
Y escucho a lo lejos- gracias, Altair.
(*Unas horas más tarde*)
Terminando de completar unos cuantos papeles, me quedé pensando en lo que me había dicho.
Así que todavía debemos seguir en esta mansión, ya comprendo porque llegó molesto.
Estamos escondidos en ella desde hace 5 años.Tenía 18 en ese entonces, él era un niño de solo 12 años, me impactó su edad y su devoción de entrar al grupo de guerra, en el momento que me lo presentaron admito que me reí a carcajadas en la cara de él.
Zack no dudo en insultarme por ello, de la mejor manera de la que me podía ofender, retandome a un duelo de espadas.
Una vez que me arrodille involuntariamente y su espada tocaba mi cuello, me di cuenta de la irá contenida en esos ojos azules que me miraban fijo.
No solo me dejaba mal en el arte de la espada, si no es sus ideas, él ideó todo ésto, reclutó, organizó, y planeó el grupo de soldados, no para una guerra si no para asesinar al que la generó.
Aún así no comprendía del todo por qué un príncipe se rebajaría a vivir en una mansión vieja, deteriorada, y abandonada en las lejanías de la capital, todo noble mandaría a la gente de bajo nivel a hacerlo, mientras se escondería en sus castillos. ¿Por qué él es diferente?
Luego de un tiempo, nos volvimos muy cercanos como dos viejos amigo, contándome todo, entre ello, sobre el porqué de su decisión, y hay fue cuando todo encajó.
Su padre, fue degollado enfrente de él.
Y no solo eso, ese hombre se reía mientras descuartizaba el cuerpo parte por parte, enfrente del niño.
Zack me comentó que vivió ese día gracias al escudo de hierro que generó, pero a esta historia le falta algo... Aún ese chico no confía del todo en mí.
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Diamanti (Borrador)
FantasyUna chica sometida por ser diferente. Un muchacho desorientado antes sus principios. Un hombre carismático y ejemplar que ama divertir a Dios con sus atrocidades. La finalización de una guerra que dejó secuela. En un mundo dominado por las fuerzas e...