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Michael rió y bajó corriendo las escaleras al siguiente día por la mañana, esperando que su madre hiciera su desayuno como de costumbre para poder volver a su habitación, pero su madre no estaba en casa, Harriet sí.

«Michael.» Harriet saludó a Michael fríamente, haciendo que se estremeciera.

«H-hola...» Michael murmuró y luego trató de hacer rápidamente su camino de regreso arriba.

«¡Michael, ven aquí!» gritó Harriet haciendo que Michael suspirara y se dirigiera hacia el hombre.

«¿S-sí?»

«¿Cómo estuvo tu cumpleaños? ¿tuviste algo bueno? ¿hiciste algo nuevo? ¿la pasaste con alguien?» preguntó Harriet, con la voz rígida, mientras ajustaba a postura.

«Uhm, ¿no?» dijo Michael en voz baja.

«¡Pura mierda!» murmuró Harriet. «Sé que ese niñero rubio había terminado aquí, y sé exactamente lo que hicieron, tú maldita perra.» gruñó Harriet haciendo llorar a los ojos de Michael.

«¿Q-qué? ¿c-cómo...?» Michael se ahogó, el último insulto realmente le lastimó.

«Puse unas malditas cámaras en los ojos de los osos de peluche, lo vi todo.» Harriet gruñó haciendo a Michael instantáneamente incómodo.

«¡Q-qué diablos! ¿Quién hace eso? ¡Por qué!» gritó Michael, con la ira empujando todas sus lágrimas.

«¡No tengo por qué explicarle nada a una puta como tú!» Harriet escupió, haciendo que las lágrimas aparecieran instantáneamente en los ojos de Michael.

Michael gritó antes de salir corriendo de la casa, cerrando la puerta detrás de él y huyendo. Michael corrió hasta que no pudo oír a Harriet gritando detrás de él, gritó hasta que pensó que estaba a salvo y finalmente se detuvo. Sacó su iPhone rosa antes de llamar a Luke.

El teléfono sonó tres veces antes de que Luke lo tomara, «Bueno, hola, precioso, ¿cómo puedo servirte esta noche?»

Michael instantáneamente rompió en llanto cuando escuchó la voz de Luke; esta podría ser una de las últimas veces que escuchara la voz de Luke.

«D-daddy...» Michael soltó un resoplido haciendo que Luke estuviera instantáneamente preocupado, atascado en su oficina.

«¿Qué pasa, princesa?»

«El n-nuevo novio de m-mami sabe de nosotros... É-él va a decir...» Michael se ahogó haciendo a Luke quedar sin palabras, estaba en shock, trató de no ser descubierto.

Nunca lo recogió de su casa, él nunca besó a Michael en público, él nunca habló de una manera cariñosa a Michael cuando Karen o sus propios padres estaban alrededor, él siempre consiguió que Michael llevara un pase como su primo cuando él trajo a Michael al trabajo. Él hizo todo para poder mantener esto en secreto y lo que destruyó a Luke, fue el hecho de saber con certeza que podían quitarle a Michael.

«¿Cómo?» preguntó Luke después de un rato.

«É-él p-puso cámaras en mis osos de peluche.» Michael bufó.

Ese pequeño trozo de información transformó la preocupación de Luke en ira. Harriet podía ver a Michael cambiándose, podía ver a Michael coloreando, podía verlos juntos.

«Escucha bebé, quiero que vuelvas a casa y tires todos tus osos de peluche.» Luke tarareó, «Terminaré más tarde y hablaré con tu madre y Harriet.»

«Okay, daddy.» Michael suspiró, «te amo...»

«Yo también te amo, princesa, adiós.» Luke murmuró antes de colgar.

Luke no podía creer lo que estaba sucediendo.

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Harriet le contó a Karen lo que hacían Luke y Michael; en un profundo detalle, lo que asustó a Karen.

«¡Michael, acabas de cumplir 16 años!» gritó Karen al chico que lloraba.

«¡SOY LO SUFICIENTEMENTE MAYOR!» gritó Michael a través de sus lágrimas, haciendo que Karen se burlara.

«Michael, sólo cumpliste 16 años, ¡él tiene más de 18 años, es ilegal!»

«Pero él me ama...» Michael hipó.

«¡Con un infierno que lo hace! ¡Él te está jodidamente usando para el sexo!» Harriet gritó.

«L-Lukey no es así...» murmuró Michael.

«Son todos iguales.» Harriet gruñó, recorriendo el cuerpo de Michael con la mirada.

«Michael vete a tu habitación, voy a hablar contigo acerca de esto mañana.» Karen suspiró, dejando que el triste Michael caminara hasta su habitación.

babyboy ; mukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora