Estoy en problemas

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Es probable que esta situación no la tuviera contemplada. En realidad, no la tomé en cuenta.

-¡¿Qué me hiciste?! ¡¿Me embrujaste verdad?!- Exigió saber mientras me tenía acorralada contra la pared.

-I'm way too young to be this hurt...- Murmuré.

-¿Qué...? Hablo en serio.- Dijo y reforzó su agarre en mis hombros dándole énfasis a sus palabras.

Tal vez no había sido muy inteligente de mi parte repetir lo mismo que sucedió en matemáticas con las otras 8 materias sin dejar pasar mucho tiempo.

¿Qué? Era temporada de exámenes debía aprovechar.

-No te hice nada. ¡Suéltame!- Hice el esfuerzo por librarme de su agarre, pero fue inútil.

-No hasta que confieses lo que hiciste. Tal vez lograste engañar a los demás, pero a mí no. ¿Cómo puede ser posible que de la noche a la mañana tú te volviste inteligente y yo me convertí en una descerebrada? ¿Acaso me crees estúpida?- Sonreí con arrogancia para molestarla y lo conseguí.

-Pues te diré...- Me encogí de hombros.

-¡Púdrete en el infierno!- Soltó su agarre y se volteó enojada. Antes de irse, aún de espaldas habló. -Sólo ten presente que esto no durará para siempre. Pronto te caerás de tu nube y el golpe te tirará duro y yo estaré ahí para ver eso.- Advirtió.

Como si me importaran las advertencias de una cerebrito ardida que tiene el orgullo pisoteado y herido porque le he ganado.

-Sí claro, lo que tú digas descerebrada.- Me burlé.

Ella se marchó dando zancadas, a kilómetros se alcanzaba a percibir lo furiosa que estaba.

Los rumores se esparcen muy rápido, los murmullos ya no eran: "Cabello volvió a reprobar, de seguro esta vez repetirá año."

Ahora lo que se escuchaba en los pasillos era: "Lauren Jauregui ha sido destronada." "¿Ahora ya no tiene cerebro?" "¿Acaso Cabello embrujó a Jauregui? O, ¿será que la drogó y mientras dormía intercambió sus cerebros?"

Los últimos son grandes exageraciones y estupideces, pero aún así me causan gracia.

Llevo un mes con esta extraña esfera y he logrado cumplir mis deseos, desde lo más simple que se me ocurra hasta lo más extravagante.

Deseé una piscina en mi casa y la obtuve.

Aunque después fui obligada a deshacerme de ella para evitar dar explicaciones a mis padres.

Camino perdida en mis pensamientos, la calle está muy solitaria para ser apenas medio día.

Unos tipos vestidos de negro están a unos metros frente a mí y se van acercando despacio.

Miró hacia los lados y lo mismo sucede.

Retrocedo con lentitud, puede que esto tenga alguna explicación y los tipos no estén claramente siguiéndome.

Error.

Ellos están al pendiente de mis movimientos y cuando comencé a correr me siguieron al mismo ritmo.

Estoy agotada, llevo varios minutos corriendo sin rumbo, creo que los he perdido.

Decidí pararme un momento a descansar.

Mi respiración está muy agitada y se detiene al momento de sentir como alguien cubre mi boca y me jala hacia el interior de una casa.

Deseo concedido... ¿Don o maldición?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora