(1) Barton; Peter Parker, The Avengers.

3.3

Capítulo dedicado a Wakanda09
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(Últimos capítulos de la primera parte.)

Tardaron bastante en irse. El olor a pollo asado había deleitado a Steve y había convencido a los demás para que también se quedaran a cenar. La cena desembocó en sobremesa, y la sobremesa desembocó en chocolate caliente en los cómodos sillones del porche de la amigable casa.

Bethany se había extrañado al no encontrar a Groot entre el montón de cojines cuando salió del baño después se darse una ducha rápida. Supuso que el pequeño bichito había encontrado un buen sitio entre el pelaje de Rocket.

No tenía absolutamente nada de sueño. Ella nunca había dormido mucho, había pasado meses escapándose del orfanato para ver a Peter quitando gran parte de sus horas de sueño, y ahora lo hacía para leer.

Se puso unos pantalones deportivos y una camiseta de tirantes blanca ajustada. Remarcaba sus pechos y eso era algo que definitivamente no se pondría fuera de su habitación.

Dejó sólo la lámpara de la mesilla encendida y se tumbó en la cama cogiendo Las cenizas de Ángela, dispuesta a sumergirse en aquel mundo de la Irlanda moderna y de la familia pobre de Charlie y sus incontables hermanos.

Sin embargo la puerta se abrió, dejando paso a Peter. Ella lo miró desde la cama dejando el libro sobre su regazo.

Él ni siquiera dijo nada, sólo la miró y movió su cabeza indicándole que le siguiera a saber dónde. Ella alzó una ceja, señalándose y moviendo su mano de pies a cabeza.

¿De verdad él quería escaparse a esas horas y con esas pintas?

- Oh, vamos.-susurró él.-Estarías preciosa aunque te pusieras un disfraz de plátano. ¡Vamos! No vamos a salir de la torre.

Bethany dejó el libro sobre la mesilla y ni siquiera se molestó en ponerse unas zapatillas para seguir a Peter con pasos sigilosos por el pasillo.

- ¿Dónde narices quieres ir, Spidy?

- Me gusta ese apodo.-dijo él sonriendo y avanzando hasta el ascensor.-Y respondiendo a tu pregunta...

Se acercó a ella y dió dos pequeños golpecitos en la nariz de la chica.

- Ya lo verás.

Ella resopló y se montó junto a Peter en el ascensor. Observó al joven pulsar el último piso. Frunció el ceño.

Las puertas se abrieron de nuevo pocos segundos después. Lo único que la joven vió fue un pequeño espacio antes de una grande y metálica puerta, con uno de los escáners de mano.

Peter puso la suya sobre él y las puertas se abrieron, dejando paso a una gran terraza.
Bethany sonrió. Había una gran piscina, varias tumbonas, sillas y mesas, una pequeña cancha de baloncesto, y todo lo demás que quedaría perfecto para una fiesta llena de adolescentes borrachos.

- ¿Qué es todo esto?

- ¿Te puedes creer que lleva aquí desde que se construyó la torre y que nunca lo han usado?

Ella se encogió de hombros, y avanzó hacia una de las tumbonas. Se tumbó mirando hacia el cielo. Las estrellas parecían brillar más aquella noche. Como si esperaran algo.

Sonrió cuando Peter se tumbó a su lado, con su cabeza a la altura de sus hombros. Se abrazó a ella como un koala, haciéndola reír.

Estaba más que claro que le quería con locura. La sola idea de perderlo la aterraba por dentro.