(1) Barton; Peter Parker, The Avengers.

2; 1.7

Observó desde la distancia los acompasados pasos de Steve y Bucky, que daban puñetazos en el aire.

El perro de la familia se recostó sobre sus piernas,  buscando cariño. Recorrió el pelaje del animal con sus dedos, sonriendo hacia él.

Adoraba ese sitio. Con toda su alma. Lo había visitado antes de que todo se viniera abajo, se había recuperado allí después, y allí estaba de nuevo y por última vez.

Jugueteó con sus uñas. Su esmalte negro empezaba a romperse, haciéndolas ver más bien feas. Sin embargo, hacia ya varios días que la pereza la consumía por dentro.

Miró al pastor alemán con una sonrisa triste. Él alzó una de sus patas hacia ella, como si de alguna manera entendiera el gran peso que estaba a punto de caer sobre los hombros de Bethany.

Ella sabía que iba a morir, y aquella idea provocaba en ella un malestar constante, pero considerablemente ligero teniendo en cuenta que su vida se acababa.

Sí, tal vez podría sobrevivir. Tal vez Thanos la quería viva, o de alguna manera ellos lograrían derrotarlo, rompiendo todo tipo de predicciones.

Sin embargo, la negatividad corría por sus venas desde hacía numerosos años; y bloqueaba cualquier idea positiva o falsa que su mente pudiera llegar a crear para reconfortarla en parte.

Le habría gustado seguir viviendo, tal vez.

Hacía un año y medio sus planes de vida eran llegar hasta los 18 en el orfanato para después trabajar allí, hasta tener suficiente dinero para alquilar un enano cuchitril y ganarse la vida en un trabajo horrible.

Hacía ocho meses planeaba estudiar junto a Peter, cuando aún no eran más que amigos. Después, con un poco de suerte conseguiría un trabajo, y se ganaría una vida de calidad media.

Sus planes antes de que la Peter se escurriera de sus manos eran seguir en la Torre, junto a él y junto a los Vengadores, y cuando todo acabara, cuando ya no les necesitaran más buscarían un sitio, dónde, sólo tal vez, algún día un niño corretearía sobre la madera del parqué.

Sin embargo, después de la muerte de Peter, de saber la verdad sobre sus pasado,quiénes eran sus padres, y que él en verdad no sentía el mismo amor que Bethany sentía, su futuro sólo se quedaba en vivir en la Torre completamente amargada, ver a los demás florecer, ser felices, y quedarse
varada en un mismo punto hasta el día en el que dejara de respirar.

Cerró los ojos con fuerza, levantándose y entrando en la casa. Extendió su mano, haciendo que las aureolas verdes rodearan la rosa que Laura tenía metida en un jarrón; haciendo que sus pétalos brillaran de nuevo.

Sus ojos picaban por las lágrimas que empezaban a acumilarse en ellos. Pudo sentir la mirada atenta de Wanda sobre ella. Sabía que estaba leyendo su mente de nuevo, sabía que estaba viendo aquel pensamiento contanste de Peter; y nunca se había sentido tan avergonzada como entonces.

- Bethany, ¿podrías venir un momento, por favor?

La castaña alzó una ceja. Miró a Pepper un tanto extrañada. La delgada mujer estaba sentada en una de las sillas del comedor, con una humeante taza de café entre sus manos.

- ¿Estás bien?-dijo ella, ligeramente preocupada al ver las ojeras bajo sus ojos y el temblor de sus manos.

Ella asintió. Bethany se sentó en la silla continua, sin quitarle la mirada de encima.

- Tony dice que tú y yo tenemos una misma chica en mente.-dijo, casi en un susurro.-Quiero...¿por qué la conoces?¿Sabes quién es...?

Los cataños ojos de la joven se volvieron confusos. Las preguntas de la pelirroja la desconcertaban por completo.