ciudad de los corazones rotos: Natural Woman

Muerte

Siento que despierto, sin embargo abro los ojos y solo veo oscuridad, toco mi cuerpo con mis manos, puedo sentirlo y comienzo a recordar.

Luego de escribir mi historia, me tome de a 4 las 8 pastillas que ya había agarrado del recipiente de la prescripción del Dr. Robert, primero sentí una euforia increíble, pero poco a poco mis sentidos se fueron apagando, deje de sentir mi cuerpo, y finalmente caí aun consciente en el piso...Luego la lluvia dejo de caer.

Me levanto en el lugar donde me encontraba y camine sin rumbo en sus alrededores, por un buen rato no hubo nada más que oscuridad, hasta que a lo lejos vi un destello de luz, poco a poco me fui acercando y me di cuenta que era una especie de mesa de recepción luminiscente, me acerque más y me di cuenta que a los lados habían dos sillas, una vacía y la otra ocupada por una chica muy hermosa de cabello negro, tez blanquecina y de extraños atuendos góticos, al estar cerca de ella me invita a sentarme en la silla vacía, al hacerlo ella inicia una oración.

-¿Cómo estás?

-Algo confundida, lo siento. -Pero ¿sabes dónde estamos exactamente? ¿Quién eres tú?

-No lo sé, dímelo tú. -Dice mi interlocutora, mientras cruza sus piernas -¿Qué hiciste antes de estar aquí?

-Pues... creo que morí.

-Exacto... moriste, en este momento te encuentras en el limbo entre el reino de la vida y la no- vida, y sobre mi nombre, me llaman de muchas formas, pero tú me conoces como la muerte.

-Entiendo... entonces ¿Vienes a llevarme al otro mundo o algo así?

-No exactamente, de hecho vengo a darte opciones. -Al ver mi cara dubitativa, la muerte continúa. -Parte de mi trabajo como la muerte es preservar y valorar la vida, y aunque muchas veces en mi trabajo debo hacer cosas que están escritas en el libro del destino, hay ocasiones como esta, en donde el mismo destino me permite opciones o en este caso a ti, entre la vida y la muerte.

-Difícil decisión, pero siendo sincera ¿A quién le gustaría vivir en un mundo tan corrompido y podrido como ese?

-A personas que no han perdido la esperanza.

-Jaj, es ridículo, la bestia juega con la esperanza, y cuando crees que ves la luz, este destello es aplastados por el miedo.

-¿Ese que habla eres tú, la bestia o tu miedo?

-Yo... no lo sé.

-Ni yo, pero solo puedo decirte que en mí no muy poco tiempo de labor he visto muchísimos actos que cambian el mundo precedidos de grandes esperanzas, pero nunca he visto a esta detrás de la maldad, ten fe en la gente y tus actos aportaran a la mejora de la sociedad. Una pregunta ¿realmente no existe nada en la tierra que no te haga sentir viva?

Veo su rostro pero realmente veo el sol ardiendo, el pasto mojado, un viaje en auto, los buenos momentos... Un momento estoy llorando.

-Si... lo hay, pero esto es ridículo, pero yo estoy aquí y mi hermano y William no están allá, no están vivos... estoy segura que ellos no querían morir y aun así te los llevaste...

La muerte respondió impasible a mi reproche.

-Veras, el problema es que en sus casos no había rastros de vida en sus cuerpos cuando llegue... en tu caso, es algo diferente.

De repente, la mesita luminiscente empieza a emitir una imagen, soy yo en una cama de hospital, a mi lado está mi novio leyendo el cuaderno que deje con mi historia, está llorando, me siento terrible. La muerte me explique lo que veo.

-Tu novio llego casi enseguida que tomaste las pastillas, su llamada a tiempo al servicio de emergencia te salvo la vida, pero en estos momentos te llama se extingue y depende de tu decisión el regresar, o irte.

La mesita se apagó, pero los penetrantes ojos de la muerte eran un faro en la oscuridad del limbo, recuerdo lo que me dijo mi hermano antes de morir, tengo miedo por la decisión que tomare, pero seguiré su consejo, él siempre fue muy listo.

-Decido no perder la esperanza.- Pude sentir el brazo de la muerte traspasar mi pecho y tocar mi corazón, en ese instante, pude escuchar de nuevo su voz.

-Esther esmeralda de la ciudad de los corazones rotos, tienes la habilidad de llenar de esperanza a los corazones afligidos, por esa razón, vive.