Carta 18

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Sin darme cuenta me enamoré.

No podía dejar de pensarte, ni imaginarte, ni soñarte.

Tu sonrisa me encantaba.

Tus ojos me gustaban..

Pero ahora ya no todo es igual.

Tu sonrisa es igual a la de los demás .

Tus ojos son los mismos que todos.

Y sin darme cuenta dejé de quererte.

Tu presencia me es indiferente, al igual que todas tus cualidades. Pero las cosas no cambiaron de un dia para otro, sucedió en semanas, aquellos días en los que te evite, en los que no te miré. Aunque aquellos sentimientos no se desvanecen por completo, puedo verte sin sonrojarme y hablarte si trabarme, pero mi cuerpo responderá a tu presencia de forma involuntaria.

Tal vez lo controle, tal vez no.

La diferencia será, que aquellos sentimientos profundos, limpios, únicos y no correspondidos , ya no me delatarán, porque ahora están enterrados bajo tierra, las cuales no pueden salir, ya que Yo no se los permito.

Deseo superarte el 100%.

Ya no necesitarte. Ni pensarte. Ni soñarte.

Y también deseo , que Tú te des cuenta de lo que algún día tuviste o pudiste tener pero que dejaste ir.

No regreses a mi mente, o me destruirás poco a poco. Haz tu vida, y dejame hacer la mía. Evita enamorarme otra vez. O hare lo posible para que yo nunca jamás salga de tu mente.

Lo peor de todo es que nunca lo hiciste a propósito. 
Nunca quisiste enamorarme, solamente fuiste tú y tu chocante encanto natural.  

                                                               
6 / Septiembre  / 2016

Cartas Jamas EscritasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora