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-¿Y ÉSE SONIDO?, pregunté a pesar de que ya sabía cuál era el problema.
-CREO QUE ES EL COMBUSTIBLE, dijo.
Llegamos como pudimos hasta la isla y nos detuvimos ahí, era muy linda, playa, árboles de cocos gracias a Dios, y agua beblible en un pequeño arroyo entre las malezas, pero claramente nadie habitaba el lugar, no habían rastros humanos.
Dibujamos un "S.O.S." gigante en la arena, y a media mañana Joel subió a las palmeras y bajó unos cuantos cocos.
-SERÁ DIVERTIDO, dijo, SI QUIERES HAY GALLETAS EN EL YATE.
Fuí por las galletas y volví a sentarme a su lado, él abrió los cocos golpeándolos ferozmente contra una roca puntiaguda, y el jugo en verdad se veía delicioso.
-QUIERO UNA, dije con voz de niña chiquita.
Él sonrió.
-ESTÁ DELICIOSO, dijo y comenzó a partir otro coco para mí.
-TOMA, dijo y yo bebí el jugo, en verdad estaba delicioso, le sonreí.
Me le acerqué y lo abrazé por la espalda, él seguía sentado y ambos veíamos el enorme mar frente a nosotros, puse mi rostro en su hombro.
-SALDREMOS DE AQUÍ ¿VERDAD?, le dije.
-CLARO QUE SÍ, RICHARD YA DEBE ESTAR EN CAMINO, dijo, ESPERO, agregó susurrando.
-SOSTENTE, dijo.
-¿QUÉ?, dije y él comenzó a ponerse de pié, yo me aferré a su cuello y envolví mis piernas al rededor de su cintura, su espalda era tan cómoda y entonces comenzó a caminar hacia los árboles,
-¿A DÓNDE VAMOS AMOR?, le dije y él se detuvo de repente y comenzó a sonreir.
-¿QUÉ SUCEDE?, pregunté, DIME.
-NADA, dijo y solamente reía y seguía caminando.
La jungla cada vez se hacía mas espesa y entonces encontramos una especie de cascada pequeña creando al final un hermoso manantial de aguas cristalinas, ahí bajé de su espalda, me tomó de la mano y fuimos corriendo hacia él.
Me quité el vestido quedando en una especie de bikini improvisado y Joel no despegaba sus ojos de mí.
-¡OYE!, le dije.
-SÓLO VEO CUAN AFORTUNADO SOY, dijo riendo.
Él se quitó la camisa y el pantalón quedando en sus boxers negros Calvin Klein, mis megillas comenzaron a ruborizarse de inmediato y volteé al instante para el otro lado, y siendo sincera, también era muy afortunada.
-¿JUNTOS?, dijo ofreciéndome su mano.
-JUNTOS, dije dándole la mía.
Retrocedimos unos pasos para tomar impulso y luego corrimos hacia el mantantial y entramos de un salto.
El agua estaba perfecta, Joel se acercó a mí y puso su mano en mi cintura, no importaba cuántas veces hiciera eso, siempre enviaba una especie de electricidad por todo mi cuerpo haciendo que se me erize la piel.
Me acercó a él y tomó mi rostro con sus manos.
-TE AMO, SALDREMOS DE ÉSTA, LO PROMETO, dijo y acercó sus labios a mi frente sellando un beso en ella.
-TAMBIÉN TE AMO, respondí.
-¿SABES POR QUE REÍA ALLÁ ATRAS?, dijo.
-DIME, le dije sonriendo.
-PORQUE ME LLAMASTE "AMOR", FUÉ LA PRIMERA VEZ QUE LO HICISTE, Y ME ENCANTÓ, ¿SABES? SI TUVIERA QUE QUEDARME EN ÉSTA ISLA POR SIEMPRE CON UNA PERSONA Y FUERAS TÚ, LO ACEPTARÍA, dijo.
No sabía que responder a eso.
-JOEL... decía pero un ruido entre los árboles nos distrajo.
Salimos del agua y nos dimos cuenta de que mi vestido había desaparecido.
-PONTE LA CAMISA, dijo y él se puso el pantalón.
-¿HAY ALGUIEN AHÍ?, gritó pero nadie respondió.
Fuera lo que fuese ya se había ido.







¿Qué creen que haya ocurrido? 🤔👉👈👗

LA PROFESORA - TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora