LA PROFESORA - TERMINADA

95

A la mañana siguiente abrí los ojos, estaba recostada en el pecho desnudo de Joel.
-BUENOS DÍAS HERMOSA, dijo sonriendo.
Lo miré, le devolví la sonrisa, en verdad era afortunada.
Nos quedamos un instante así, en silencio, diciendo miles de cosas tan solo con vernos a los ojos.
Hasta que una voz nos volvió a la realidad, era Chris.
-JOEL, RENATO QUIERE VERNOS ANTES DE COMENZAR LA GIRA, LLEGARÁ EN 5 MINUTOS, dijo y luego se escuchó el ruido de la perilla de la puerta,¿PORQUÉ PUSISTE SEGURO, VIEJO? ABRE LA PUERTA.
Joel me miró  y yo puse mi dedo índice en sus labios señalando que no dijera nada, no quería que los demás supieran que estaba ahí, en cambio Joel quería gritarlo a los 4 vientos, pero decidió escucharme.
-NO ESTOY VISIBLE, DAME UNOS MINUTOS Y SALGO, gritó Joel.
-OK LOCO, NO TARDES, respondió.
Y luego escuchamos sus pasos alejándose y ambos comenzamos a reir.
Joel se asomó a la puerta y vió a ambos lados.
-NO HAY MOROS EN LA COSTA MADAME, PUEDE USTED SALIR, dijo.
Lo seguí y bajamos a la cocina muy despacio intentando hacer el menos ruido posible.
Al llegar Joel deslizó la silla para que me sentara, lo hize y luego él se asomó a preparar algo.
-¿QUÉ HACES?, le dije.
-UN DESAYUNO A LA ALTURA DE LA REALEZA, dijo haciendo una voz al estilo francés-italiano-inglés.
Preparó pan tostado con dulce de fresas y jugo de naranja.
-DISFRÚTELO MADAME, dijo continuando con el acento que tanto me gustaba.
Desayunamos y luego fuimos a la sala,  Renato estaba por llegar, a los pocos minutos entró en la casa, no dijo mucho, sólo dejó 5 boletos sobre la mesa y algunas indicaciones.
Al instante se me formó una especie de vacío en el pecho, Renato dijo que podía quedarme en la casa, pero sin los chicos nada sería lo mismo.

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A veces me duele lo que escribo (literal) 🙁💔