Capítulo 3

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Salgo de la casa para empezar mi rutina. Hace mucho calor, qué suerte que el sol ya se está ocultando. No sería muy lindo empezar a correr con los rayos del ardiente sol taladrando mi cuerpo.

Me pongo a hacer mis calentamientos rutinarios para antes de correr y alzo la mirada. En el árbol de enfrente localizo a Plumas en una pequeña rama.

—Hola de nuevo, Plumas —Digo. —Espero que mañana dejes que mi despertador haga su trabajo.

El pájaro plumoso mueve sus alas. Hace mucho eso. Creo que es normal pero lo hace de una manera extraña.

Ignoro mis pensamientos y empiezo a trotar.

Escucho a Plumas cantar detrás de mi. Volteo la cabeza pero ya no está en la pequeña rama de antes, no está por ningún lado.

Sonrío de lado. Pájaro plumoso, es todo un escurridizo, desaparece y aparece como por arte de magia.

Niego con la cabeza.

Pongo música en mi celular y me pongo mis auriculares de color rosa. Son mis preferidos porque me los regaló mi abuela, aunque no prefiero el rosa, me gustan mucho. La música cambia y empieza a sonar "Side to side"de Ariana Grande ft. Nicki Minaj.

Empiezo a tararear la canción mientras cruzo por un parque y me adentro por un bosque que hay un poco alejado de la ciudad. Es muy grande, la verdad es que es enorme y por miedo a perderme no me adentro mucho en él.

Siempre que salgo a correr paso por aquí. Este bosque es una preciosidad, me atrae bastante. No creo que haya animales salvajes y si fuera así hubiera señales que lo indicaran.

Estoy sudando y estoy segura de que ya he recorrido unos buenos kilómetros. Debo de parecer una loca toda sudada y con una coleta mal hecha.

Mientras sigo corriendo la música vuelve a cambiar pero esta vez empieza a sonar ''Felices los 4'' de Maluma.

Casi suelto un grito a todo pulmón. Me encanta esa canción. Me encanta ese cantante.

—Si conmigo te quedas, o con otro tú te vas, no me importa un carajo porque sé que volverás —Canto mientras continuo corriendo. —Y si con otro pasas el rato, vamo' a ser feliz, vamo' a ser feliz, felices los cuatro, yo te acepto el trato... —Dejo de cantar porque estoy empezando a jadear.

Empiezo a reducir la velocidad hasta detenerme por completo.

Me coloco las manos en las caderas y trato de calmar mi respiración.

Los rayos de sol todavía se pueden ver entre las ramas de los árboles, sin embargo son débiles y estoy segura de que pronto va a anochecer.

Será mejor que ya regrese.

La canción termina y en el silencio que hay antes de que empiece la próxima canción, escucho un sonido.

Rápidamente me quito los auriculares y presto atención.

El sonido es leve, pero reconozco que es música. Es una canción.

Empiezo a trotar para regresar a casa pero la curiosidad puede conmigo y me devuelvo a curiosear.

Mientras más me acerco al lugar el sonido de la música es mucho más fuerte.

Entre los árboles logro ver un lago. Me quedo anonadada, es hermoso y muy grande. No tenía ni idea de que en este bosque había un lago. Seguro que no saldría de este lugar si lo hubiera encontrado antes. Y ahora que lo encontré vendré siempre, es muy lindo.

The Hill'sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora