Tenso la mano y el objeto se empieza a mover. Tiene la forma de una rama deforme pero en la cima de ésta hay una piedra preciosa. No sé que es pero es deslumbrante. Brilla con una intensidad mágica, hipnótica.
Me sobresalto por el sonido de un trueno. Miro al cielo y este se ha oscurecido. No sé en que momento pasó pero está todo oscuro y lleno de nueves como si fuera a diluviar. Puedo ver los diversos relámpagos entre las nueves.
Desvío la mirada del cielo y me centro en la piedra brillante. No ha dejado de moverse desde que tense mi mano.
No veo la hora en que la tenga cerca.
Quiero esa piedra.
Quiero ese cetro.
Otro rayo vuelve a caer a la distancia con un fuerte estruendo. El clima esta revolucionado. El viento está agitado, como si en cualquier momento se fuera a formar un tornado. Y si eso sucediera yo no me movería de aquí. De ninguna jodida manera. No hasta que tenga el cetro en mis manos.
El centro se sigue moviendo y ya siento el sabor de su poder, su energía recorrerme. Se mueve con tanta ferocidad que presiento que el también quiere estar conmigo, que siente mi energía y le es atrayente e irresistible.
Sonrío cuando la piedra preciosa brilla con más intensidad en medio de la oscuridad. Es un brillo cegador.
Me lleno de frustración al no poder poseer el centro. Levanto mi otra mano. Ni que estuviese enterrado en el suelo. Solo está flotando, joder. ¡Flotando! No debería ser tan difícil ni agotador obtenerlo. Aunque si bajo hasta allí sería más fácil.
Doy un paso y luego otro. Tres pasos más y siento que el poder del cetro es arrebatado de entre mis dedos. Se desliza de ellos como si fuera agua.
—¡No! —Grito. Empiezo a hiperventilar cuando siento un ardor en todo mi costado izquierdo. Algo a caído a mi lado como si una granada hubiese explotado haciendo que, por la fuerza con la que golpeó el suelo, salga disparada por el aire hacia atrás. Suelto un grito por el dolor. Caigo al suelo como una muñeca de trapo, siento otro dolor insoportable en toda mi espalda y nuca. Me duele todo, como si me hubieran estado golpeando por horas.
—¡Shara! —Gritan.
Damián. Su voz se escucha lejos. Su ronca y varonil voz me hace sonreír. Mi Damián, si el supiera cuanto lo quiero...
En eso es en lo último que pienso antes de que todo se vuelva oscuro.
***
Abro los ojos de repente. Joder. Siento como si un camión me pasó por encima. Me levanto y me percato de que estoy en un lugar desconocido.
¿Dónde mierda estoy? Es una claro, pero a la distancia no se ve nada, solo neblina y más neblina por todos lados.
—¿Damián? —Susurro con la voz temblorosa.
—Eso ha sido muy poco inteligente de tu parte, querida —Dice una suave voz detrás de mí.
Me doy la vuelta aterrada y no veo a nadie.
—¿Quién anda ahí? —Pregunto mirando a todos lado pero no hay rastro de nadie. —¿Quién es? ¿Qué quiere de mí?
—Quiero de ti lo mismo que todo el reino quiere —Vuelven a hablar, esta vez a mi derecha. Veo a una señora bastante bella vestida con un camisón anticuado. Su voz es aterciopelada. —Yo confío en ti, Shara Miller. No me decepciones —Dice con tono de regaño.
—¿Qué? ¿Qué quiere decir? —Pregunto con el ceño fruncido.
—Para triunfar tendrás que tener paciencia —Dice dando un paso hacia atrás, alejándose de mí.
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The Hill's
FantasyHace siglos, el reino de The Hill's fue atacado por los Backs, un gran grupo de guerreros sumergidos en la oscuridad por la codicia. Ahora, en el centro del reino hay un "cetro" el cual fue colocado por dos hechiceros poco antes de que los Backs tom...