Capítulo 16

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—¿Y qué pasó? —Pregunto emocionada.

—Entonces tu abuela te puso en mis brazos. Fue el mejor día de mi existencia —Susurra mamá haciendo que mi padre ría con ternura.

No hemos salido de la cama en desde que llegué esta madrugada.

Anoche después de darme una ducha de más o menos una hora no me despegué de mis padres. Y ellos estuvieron encantados, por supuesto.

Ahora estoy en medio de ellos dos en la cama como en los viejos tiempos y me están contando sobre el día que viene al mundo.

—Tu padre estaba histérico. No dejaba de caminar por toda la casa. Parecía una nenaza —Se burla mamá con los ojos cerrados. Su rostro refleja paz.

—¿Nenaza? —Pregunta papá ofendido. —Pero si no dejabas de gritar como loca.

—Claro que tenía que gritar como loca, estaba dando a luz —Mamá lo mira como su fuera retrasado, lo que provoca que suelte una sonora carcajada.

—No tienes idea de cuanto te extrañamos —Murmura papá cuando calmo mi risa.

—Yo también los extrañé muchísimo —Digo haciendo que papá nos abrace más fuerte contra él.

—Estábamos muy preocupados por ti. Se supone que debiste haber llegado hace ya varias semanas —Dice mamá.

—Pero en el reino las cosas se complicaron y entonces no estábamos seguros de si tendrías problemas en el camino y... —Interrumpo a mi padre.

—Lo importante es que estoy aquí —Digo. —No me pasó nada en el camino. Ya estamos juntos.

—Las amos. Ustedes dos son mi vida entera — Dice. Ante sus palabras mi pecho se hincha de alegría.

Trato de reprimir un bostezo. Estoy muy cansada.

—Tienes que dormir, cariño —Susurra mamá acariciando mi larga cabellera.

—No quiero. Siento que si cierro los ojos van a desaparecer.

—Mi amor, te prometo que no vamos a desaparecer. Esto es muy real. Ya no iremos a ninguna parte sin ti. No más.

Suspiro aliviada, necesitaba escuchar eso. Me llena de alivio. Siento que un peso desaparece de mis hombros y cierro los ojos.

—Dulces sueños, mi princesa —Susurra papá depositando un beso en mi frente.





***






Estamos listos para salir.

Después de que me quedara dormida desperté tardísimo. Papá había tenido que irse a trabajar y mamá ya había llegado.

A Damián no lo había visto hasta ahora. Está muy guapo, como siempre. Tengo unas inmensas ganas de abrazarlo pero no me atrevo a separarme de mamá.

Su madre, Dana, me preparó el almuerzo hace unas horas. Es una mujer muy simpática, en seguida me cayó bien.

Ahora estamos contando los minutos para salir los cuatro a no sé donde. Estaba muy ocupada llenando mi estómago cuando Damián me lo dijo.

The Hill'sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora