The Army |h.s & l.d|

Capítulo 9

Al día siguiente, todos estabamos devastados.

Yo tenía claro una cosa, y es que esto no iba a quedarse así.

Iba a descubrir quién lo había echo e iba a pagar por todo el sufrimento que nos había causado.

La que estaba más afectada era Hannah. Se fue a la cama con sus preciosos ojos azules hinchados por culpa del gilipollas que había matado a su mejor amigo.

Yo no sé que haría si alguien matase a Nate. Mejor no pensar en aquello.

Al día siguiente, Hannah se quedo en la cama y Gabriel se lo permitió.

Uriah había desaparecido. Según Gabriel no era nada importante, pero por sus ojos, yo sabía que si que lo era. Y vaya si era importante, era sobre la carta.

Después del entrenamiento, me fui hacia un lado apartado de todos los demás, me apoyé en una valla de madera que tenía y empecé a reflexionar sobre todo lo que me estaba pasando desde el momento en el que acepté entrar en The Army.

Era impresionante como había cambiado todo. Había conocido a personas increíbles, sí. Si no hubiese aceptado nunca habría conocido a Leo, a Nate, a Harry, a Hannah... Pero tampoco estaría en peligro de muerte.

Sentí que alguien se apoyaba en la valla y giré para ver una melena castaña.

Era Kimberly.

De acuerdo, en ese momento si que me quedé impresionada. ¿Kimberly?

-¿Qué tal anda Hannah? -me preguntó-

Tragué saliva.

-Destrozada, la verdad -respondí lentamente-

-¿Y tú?

-¿Cómo que y yo? -la respondí con otra pregunta-

-Bueno, sé que sientes algo por Harry. -dijo midiendo sus palabras-

Vale, ahí si que me quedé algo flipada. ¿De qué estaba hablando?

-No sé de que me hablas -volví mi cabeza hacia el frente-, no siento nada por Harry.

-¿Estás segura? -me preguntó-

-Totalmente -le respondí rapidamente-

-Pues yo no pienso eso -dijo Kimberly-. Mira, yo te veo a tí estando con Harry, y puedo ver como se te ensacha la sonrisa y tus ojos muestran felicidad.

-Pues eso es mentira. Harry es mi amigo, y nada más que eso.

-Ya, claro -dijo Kimberly haciendo un gesto con su mano de "lo que tu digas"-. ¿Y por Leo? ¿Me vas a negar que no sientes nada por Leo?

La miré a sus ojos verdes.

-Pues sí, te lo voy a negar porque es mentira. No siento nada ni por Harry ni por Leo. -dije decidida-

-Yo sé que lo sientes -dijo cuidadosamente-, lo puedo ver. Pero no hace falta que lo reconozcas. No va a cambiar mi opinión el hecho de que tu digas que no. No me importa que sientas algo por mis mejores amigos...

Suspiré. ¿Es qué no se enteraba de que no me gustaban?

-...Lo único que quiero, Hamilton, es que tengas cuidado con ellos. Puede que parezcan tipos duros, pero son sensibles y tienen un buen corazón...

-No me gustan -dije poniendo los ojos en blanco-

-...No hagas como si fueses una niña pequeña, Annie -respondió a mi afirmación anterior-. Tu sabrás lo que sientes, pero ten cuidado. No los hagas daño. A ninguno. Solo te intento ayudar.