Me levanté de la cama con una mezcla de confusión y miedo.
Miré a Katherine. Ella también lo había escuchado. Estaba paralizada del horror.
Abrí mi armario y del pantalón de entrenamiento saqué un cuchillo y, seguida de Katherine, me dispuse a bajar.
Kimberly estaba en el pasillo también, seguida de Leo y Harry.
Entonces me pregunté, ¿cómo dormirían? Es decir, las habitaciones son de dos y ellos eran tres.
En fin. Dejé mis pensamientos inadecuados para el momento crítico que estabamos pasando y seguí a Kimberly, la cual estaba bajando las escaleras.
Un grito se escuchó. Era un grito femenino, era obvio.
Abrí bien los ojos y tragué saliva.
Kimberly bajo con más rapidez y cuando estaba al final de la escalera, dejó caer la pistola y se dirigió corriendo hacia la cocina, con Leo y Harry siguiéndola.
Con confusión, baje, para encontrarme a la chica rubia que tenía al lado en la cena, temblando en la cocina.
Bajé rápidamente, con Katherine pisándome los talones.
Gabriel y Uriah bajaron corriendo las escaleras con su ropa de entrenamiento.
Ahora que lo pensaba, yo llevaba mi pijama. Miré mi pijama y ví los pingüinos dibujados en mi camiseta y unas mallas como pantalón de pijama. Maldecí por lo bajo, pero me dí cuenta de que todos los demás también llevaban su pijama. Aún así, sus pijamas eran normales, no como el mío con pingüinos.
Me arrodillé hacia la chica, Amber, la cual estaba en el suelo temblando.
Movieron a la chica hacia el salón, y la sentarón en un sofá.
Después de calmarla y de despertar a todos los chicos y chicas, nos contó lo que había pasado.
Amber era una chica que padecía insomnio intermedio, es decir, le costaba conciliar el sueño y se despertaba frecuentemente por las noches. Había bajado a la cocina, con la intención de tomar un vaso de agua, al igual que otras noches había echo. Al bajar, se encontró la puerta de la nevera abierta, y al irla a cerrar, una figura vestida completamente de negro, salió de una esquina de la cocina. Llevaba un pasamontañas y no pudo distinguir su cara, por lo que no supo si se trataba de una chica o un chico. La persona de negro sacó una pistola que llevaba en la mano, y disparó hacia el techo. Amber estaba asustada, y ante el disparo soltó un grito y se pusó en el suelo. Y la persona de negro salió por dónde había entrado, sin dejar ningún rastro.
Lo único que Amber pudo reconocer en la persona del pasamontañas, fueron sus ojos. Azules como el cielo. Azules claros y muy bonitos, esas fueron las palabras de Amber.
Eran las cinco de la madrugada, y Gabriel y Uriah nos mandaron de vuelta a nuestras respectivas habitaciones.
Nada más entrar, me desmoroné en mi cama. Apreté los ojos con fuerza, pensando que nada de esto era real, que cuando me despertase todo había sido un sueño mío, que estaba paranoica y nada de esto era real.
Pero lo era. Todo era perfectamente real.
-Annie -escuché la voz de Katherine un poco temblorosa-
-¿Qué pasa, Kath? -dije intentando poner una voz normal-
Katherine suspiró.
-Tengo miedo, Annie -dijo-, me quiero ir a casa.
La voz que pusó, era su voz seria. No había ni pizca de broma en sus palabras. Y por un momento me puse a pensar y llegué a la conclusión final.
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The Army |h.s & l.d|
Fanfikce"Bienvenidos a The Army. Os preguntaréis que hacéis aquí. Sencillo, sois los mejores guerreros que tenemos. Cada uno pertenece a un distinto grupo de armas, y eso es lo que os hará mejor grupo. Aprenderéis a convivir como grupo y además, haréis nuev...