Primero que nada, quiero pedirles mil disculpas a todas las personas que han agregado la historia a sus listas y que durante todo este tiempo han esperado la continuación. Realmente he tenido unos cuantos problemas para poder subir el capítulo e incluso para seguir escribiendo. Sé que nada me justifica, pero aun así, espero que entiendan y que disfruten de la actualización de hoy, además, está narrada desde el punto de vista de Sasuke.
Saludos para todas♥
******************************************
Las manos de Sakura estaban temblando. Lo sabía. No era necesario siquiera que dirigiera mi mirada hasta ella para verificarlo. Era tan predecible, casi peor que un libro abierto.
Desde que había llegado a West Hospital, debido a un favor que le estaba haciendo a Asuma, supe que tanto ella como Ino no solían llevarse precisamente bien. Sakura era una mujer de carácter fuerte que siempre se mostraba amable ante cualquiera y dispuesta a absolutamente todo lo que se le pidiera con tal de poder hacer algo dentro del hospital; cosa que no me extrañaba, ya que por algo insistía tanto en mantenerse allí, ayudando en todo lo que fuere. Ino, por otra parte, era insoportable. Y si bien es cierto que era una chica extremadamente brillante con una hoja de vida preciosa, su soberbia y arrogancia lograban exasperarme un poco. Ante ese último pensamiento, sentía que las comisuras de mis labios se alzaban, debido a que resultaba gracioso que justamente yo, estuviese hablando de esa forma de Ino Yamanaka, porque, curiosamente, también poseía esas "cualidades", pero, a diferencia de ella, ya yo poseía una vida y una carrera espléndidamente realizada, y mientras mis manos y mi cerebro funcionaran a la perfección, mi carácter era lo que menos importaba. Ino no tenía ni una cosa, ni la otra. Apenas era una niña, y con esa actitud dudaba que se le abrieran muchas puertas; tenía que aprender un poco de Sakura en ese sentido. Sin contar, además, que era un poco difícil tratar de manejarlas a ambas porque una cosa, parecía que ofendía directamente a la otra, no importando qué fuese o de lo que se tratase, ya sea mandar a buscar un maldito café o justamente lo que ocurría en ese instante.
Aunque, ¡cielos! Hasta yo mismo me sentía un poco incómodo con la situación. De todos los chicos a mi cargo, ¿por qué tenía que haber salido precisamente ella? No tenía problemas con el cerebro de Ino, lo que realmente me preocupaba de ella es que sus brazos pudiesen estar quietos el tiempo suficiente y lejos de mi cuerpo. Y si bien era cierto que en un quirófano tendría que tener contacto con ella al momento de pedirle herramientas y evaluar que supiera cuál era cuál, el tipo de acercamiento que Ino esperaba de mí, era completamente diferente, y hasta los momentos, con la única que me interesaba relacionarme de aquella forma, era con Sakura.
–Muy bien–hablé por fin con voz áspera y algo cansada. Incluso pensar en esas dos mujeres y en el viaje próximo, me resultaba agotador –, creo que la suerte ya está echada–todos en la habitación me miraron con una expresión igual de cansada que mi tono, aunque la de ellos se debía a que Ino les había ganado la partida–. Por los momentos, vuelvan a sus tareas. Dentro de media hora estaré reuniéndome con ustedes para verificar que no hayan matado a nadie.
Desde donde estaba, pude prácticamente notar la pereza con la que mis chicos se levantaban y miraban de mala manera a Ino, quien a cada rato se le daba por tratar de parecer, incluso, más arrogante que yo.
Esa actitud me cabreaba, no entendía cuál era la necesidad de dársela de chulita cuando estaba en la misma cuerda floja que todos. Si pensaba que su papi iba a comprar una plaza dentro de mi equipo rellenando un cheque con muchos ceros, estaba equivocada. Yo admiraba el trabajo duro y a todos aquellos que se quemaban las pestañas para luchar por lo que querían, y rechazaba profundamente a los que pensaban que sus cuentas bancarias les salvarían las patas del barro.

ESTÁS LEYENDO
West Hospital
ספרות חובביםAyudar a los demás. Ése, era el lema de vida de Sakura Haruno, hija de una de las mejores cardiólogas del mundo y subordinada de Sasuke Uchiha, quien pensaba que por tener un apellido bonito, podría barrer el piso con ella. Si eso creía, no estaba n...