Bien, primero que nada, quiero ofrecerles una disculpa por todo el tiempo que estuve sin publicar absolutamente nada, pero he tenido varios problemas que me han impedido estar centrada en la historia, como en un principio, así que mi inspiración también ha estado ausente... No obstante, aquí les traje la continuación. Espero les guste.
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Se suponía que tenía que enfadarme y enfadarme mucho. Primero, porque el majestuoso Dr. Uchiha se iría de viaje con Ino durante dos semanas. Segundo, porque había jugado conmigo al mismo nivel con el que se juega con una muñeca de trapos. Tercero, porque insinuaba estupideces con respecto al Dr. Uzumaki. Cuarto, por sacarme de pediatría a rastras para que volviera a estar bajo su tiranía, lamiéndole el culo y buscándole café. Quinto, por haberle pillado con la maldita de Ino Yamanaka, mientras le acariciaba la mano. Y sexto, por estar allí, besándome, provocando que todos los cinco problemas anteriores desaparecieran de mi mente con un simple roce de bocas.
¿Acaso se podía ser más patética? Pues sí, porque, inconscientemente, estaba correspondiendo su beso. Aunque, ¿cómo negarse? Sasuke Uchiha era el hombre más caliente y atractivo del mundo, pero eso no era lo peor, lo peor era que estaba comenzando a sentirme mucho más atraída hacia él que nunca.
¿Qué coño era lo que pasaba conmigo? ¿En qué estaba pensando? Sasuke no podía tomarse en serio a alguien como yo, ¿o sí? No. Era obvio.Los tipos de su calaña, de su clase y de su porte, solían rodearse de bellezas como Ino y la Dra. Uzumaki... Fue allí, justamente en ese momento, donde mi cabeza hizo clic. La Dra. Uzumaki era la novia de Sasuke. Además, era también aquella preciosa y amable mujer que me había aceptado en su área sin ningún tipo de problemas y que, a pesar de los celos irracionales que sentía hacia ella, siempre me mostraba una sonrisa. Una amplia y cálida sonrisa, mejor dicho, digna de una diosa. Una diosa que claramente Sasuke jamás dejaría ir. Era una ilusa si pensaba si quiera en esa posibilidad. Y de hacerlo, seguramente saldría corriendo detrás de Ino o con cualquier otra mujer que se le asemejase a toda la grandeza que él llevaba tanto física como mentalmente. Yo solo había sido un momento de distracción empujado hasta él de manera más intensa, gracias al destino o a la mala suerte, acompañado de un apagón durante aquella ventisca del día anterior.
Abriendo los ojos en medio del beso que él me propiciaba, logré ver con exactitud lo atractivo que era. Sus ojos, su nariz, sus facciones... ¡Dios mío, parecía incluso un sueño! Y uno muy trillado, porque en ese cuarto de descanso, lo sentía sólo para mí, como si fuese mío, como si a pesar de todas las diferencias, hubiésemos sido creados el uno para el otro... Lástima que una vez acabado el contacto y traspasada la puerta, las cosas cambiaran y volvieran a su curso normal donde yo era solo una voluntaria y él, un sujeto increíblemente brillante y apuesto que me llevaba a rastras, bajo la suela de su zapato.
Siendo sincera conmigo misma, no quería separarme, me dolían los labios, el corazón y la cabeza de sólo pensarlo, pero tenía que hacerlo. No era sano meterse con un hombre ocupado y que claramente no era para mí. Además, ¿qué clase de mujer seria? Una horrible, claro.
Suavemente, dejé de besarle y rápidamente sentí como si me faltara algo.
–Dr. Uchiha...–comencé a hablar, con un dolor horrible en la garganta, pero no causado por un virus ni nada que se le pareciera, sino por las sensaciones que me había dejado aquel beso.
–Sasuke–pronunciaron sus finos labios–Soy Sasuke. No entiendo por qué te cuesta tanto recordarlo...–otra vez me incitaba a que lo tuteara, pero no podía. Eso sería crear mucha confianza y entre nosotros, obviamente, no existía.
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West Hospital
FanfictionAyudar a los demás. Ése, era el lema de vida de Sakura Haruno, hija de una de las mejores cardiólogas del mundo y subordinada de Sasuke Uchiha, quien pensaba que por tener un apellido bonito, podría barrer el piso con ella. Si eso creía, no estaba n...