Damen es un chico de 17 años, en su instituto no tiene muchos amigos, aunque es sumamente popular ya que según las chicas del instituto es el más guapo, solo que hay dos problemas que ellos no saben y el los ve como parte de su vida que no puede con...
Ayer, después de ver IT, me encamine a la habitación para descansar, pase varios minutos en la ducha y cuando iba a cerrar las grandes cortinas paso una estrella fugaz.
Siempre que alguien ve una pide un deseo, yo nunca lo he hecho, pero esta vez decidí intentarlo.
¿Cuál fue mi deseo?
No tenia nada en mente en ese momento, solo cerré mis ojos, solté un suspiro y susurré lo primero que se me vino a la mente.
“Deseo...
... La felicidad a quien se lo merece”
¿Quién puede merecer esa felicidad?
En la madrugada, me levante por un vaso de agua, después de ir por el me dirigí nuevamente a la habitación de Damen, que estoy utilizando por el momento, justo cuando iba a girar el picaporte, escuche una risa, no se escuchaba muy fuerte, pues la puerta opacaba el sonido.
Exacto, venia de la habitación de enfrente, tal vez solo la escuche yo, púes estaba más cerca que las otras habitaciones o personas, y sí, era la risa de Damen.
Damen y el rector Black eran felices, o al menos están luchando por esa felicidad.
Nunca lo había escuchado reír de esa forma, segundos después reaccione y me adentre a la habitación.
¿Quién puede merecer esta felicidad?
Antes de dormir, pensé en una respuesta.
Los que luchan por ella.
–...pero simplemente lo olvido y ahora se supone que estamos enojados, digo, la romántica debe de ser ella– reí ante las ocurrencias de Dixon.
–No solo ella, si están en una relación ambos deben comprometerse en lo que esta conlleva– caminamos por el largo pasillo rumbo al comedor, pero me detuve de seco.
–¿Puedes adelantarte? Tengo que ir por unas cosas– pedí al observar que Jess estaba a unos metros más allá comiéndole la boca a un individuo.
–Claro, muero de hambre, te espero en la cafetería – asentí me di media vuelta y corrí a los pasillos que me llevaran al edificio de mi antiguo dormitorio.
Cuando abrí la puerta sentí en mi pecho una sensación inexplicable.
Me encamine rápidamente a la habitación y saque una pequeña maleta de mi antiguo closet. Comencé a sacar mi ropa y mis cosas, hasta que el estruendoso sonido de la puerta cerrándose paro mis actividades.
–¿En verdad te vas a ir?– la voz de Jess hizo que mi respiración se volviera pesada, pero aún así continúe con mis actividades.
–Si– no quise responder nada más, en realidad no sabia que más responder.
–Chris– mientras acomodaba las cosas en mi maleta seguía esperando por lo que me pudiera decir, pero nada salia de sus labios.
De los mios solo salio un suspiro de asombro cuando sentí sus manos rodear mi cintura y su respiración en mi oído derecho.
–No te vayas, hablemos y solucionemos esta mierda– hablo en voz baja, pero eso no importaba, lo escuchaba a la perfección porque estaba tan cerca de mi que me daba un gran miedo.
–No queda nada que hablar– mis manos se dirigieron a las de Jess, trate de separarlas de mi cintura, pero con su agarre me era imposible.
–Si ya no queda nada que hablar, ¿Por qué duele tanto? ¿Por qué tu silencio y todo esto me esta matando lentamente?– me rendí en intentar zafarme de su agarre, simplemente estaba logrando que se aferrara más.
–Si estuvieras sintiendo lo que tu dices, ¿porque razón andarías besándote por ahí y haciendo quien sabe cuantas cosas más?– mi voz comenzaba a traicionarme a causa del nudo que se había formado en mi garganta.
–Porque soy un imbécil, porque se que a pesar de que mis acciones son estúpidas las hago para tratar de olvidarte y aunque no lo consiga ni un poco, sigo siendo demasiado estúpido para seguir cometiendo los mismo errores, aún sabiendo que esto te afecta más a ti que a mi– mi mente quedo completamente en blanco, por lo que no pude contestar absolutamente nada, pero eso no lo detuvo a él.
–Creeme que me he pasado noches con las palabras de la última vez que hablamos, mis sentimientos que estaban ocultos o que al menos trataba de ocultarlos salían y me pedían a gritos que fuera por ti, me reclamaban lo imbécil que había sido contigo, perdoname Christian– apretó aún más su agarre y sentí como pequeños y casi inaudibles sollozos se escuchaban.
No podía verlo, él estaba detrás de mi y con la cabeza apoyada en mi espalda, aunque tenía que agacharse un poco.
–No puedo – mi voz se quebró –No puedo después de todo lo que he pasado, estoy dispuesto a olvidarte, no hagas esto más difícil, por favor sueltame y déjame ir para poder empezar a olvidarte, déjame ser libre y acabar con esto, si lo haces, yo te prometo que no volveré a interferir en tu vida, te prometo que mañana podrás olvidarme, solo déjame– ¿Quería ser fuerte? Púes no lo era ni un poco.
Mis ojos no dejaban de derramar lágrimas y mis hipidos no me dejaban controlar mi respiración.
–¡No! Esta vez no cometeré ese error, no quiero volver a perderte, no quiero que me olvides, lo harás solo si me das un millón de razones del porque estos sentimientos deben terminar– me giro rápidamente quedando cara a cara, sin imaginarlo tiro mi maleta de la cama y me lanzó a esta, se posó arriba de mi y apreso mis manos.
–No es justo Jess, esto no es justo, no quiero volver a caer así de simple y luego salga la estúpida de tu amiga grabando y diciendo que es una broma, si lo es termina ya–
–¡Joder Christian! No es ninguna maldita broma, solo entiendelo, cuando comencé a alejarme fue porque me comencé a dar cuenta que tenia estos retorcidos sentimientos por ti, sentía que si pasabas más tiempo conmigo te ibas a infectar de esta maldita enfermedad*, por eso comencé a hacer que me odiaras, que no me quisieras como tu amigo, pero después de que me confesaste tus sentimientos me di cuenta del maldito error que había cometido y no sabes como me arrepiento de eso y de mis acciones–
Sus lágrimas caían en mi mejilla, se sentían tan cálidas que me confundían monumentalmente.
–Yo...– ni siquiera me dejó terminar cuando impacto sus labios con los mios, un simple impacto en mis labios y segundos después comenzar un movimiento muy lento que provoco que cerrara mis ojos y me hundiera en estas sensaciones.
Era como rozar con la punta de mis dedos la estrella fugaz y sentir vibrar mi cuerpo entero, creando constelaciones las cuales puedo admirar con los ojos cerrados y las cuales me aceleran el corazón, me cortan la respiración y las sensaciones juntas crean un grandioso Big Bang.
–Esto no esta bien– susurré pausadamente tratando de regular mi respiración cuando terminamos el beso.
–Sabes que yo no hago nada bien– recostó su cabeza en mi pecho, juraría que podría escuchar mi corazón latiendo rápidamente – Intentemoslo, no quiero que te vayas, si me das un si como respuesta daré mi mayor esfuerzo en todo, te lo juro– cerré mis ojos tratando de buscar una respuesta.
No se que decir, de verdad quiero intentarlo, pero tengo tanto miedo a perderlo de nuevo...
–Tengo miedo– Fue mi grandiosa conclusión.
–Estaremos juntos, puedes abrazarme si del miedo se trata– me pego más a su cuerpo y beso mi cuello, cosa de la cual erizo por completo mi piel.
"Querida estrella fugaz, ¿puedo luchar por mi felicidad?"
–No te la pondré fácil– susurré.
–Ya me esperaba eso de ti, sabes que me gustan tus retos–
–Tendrás que poner esfuerzo y mucho trabajo– comencé a acariciar su suave cabellera.
–Todo y más del que se necesite, tomare proteínas para aumentar el rendimiento–
–Tienes que terminar todas y cada una de las relaciones que tengas, no quiero que nadie se te acerque con segundas intensiones –
–Lo haré, ni los mosquitos se me acercaran si tiene ganas de chuparme– ambos soltamos una pequeña risita.
–No sera fácil–
–Eso, ya me quedo más que claro, pero repito, daré mi mejor esfuerzo–
–Tardare unos días más en volver aquí, no quiero ser desagradecido con Damen y... Bueno, quiero explicar la situación antes, mientras tanto, ¿Por qué no intentas ser romántico?– sí, lo sé es una petición súper estúpida.
–Seré tu maldito Shakespeare– volvió a unir nuestros labios y las sensaciones nuevamente surgían.
"Querida estrella fugaz, déjame luchar por mi felicidad"
***
[*Aclaraciones; cuando Jess, le dice a Christian que no quería que se infectara de esa maldita enfermedad, habla de su orientación sexual, pues creía a Christian tan inocente y puro para llevarlo al " mal camino" como muchos llaman ser homosexual o bisexual.
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Y bueno, si, quiero decirles que la próxima actualización comenzaremos con el gran maratón, sera el maratón más grande que he hecho en la historia jajaja... Todo Moselandia y mis esclavos homofóbicos nos estamos preparando para el gran súper hiper mega maratón de Hacer... No se lo pierdan, además hay sorpresas por ahí, ya saben, todo por mis pequeños búhos.
**¿Les gusto mi edición de la imagen del manga Love Stage?
***No me podía lanzar el gran maratón y dejar la historia de Jess y Christian así como así. Claro, habrá más participaciones de ellos más adelante...
****¿Están emocionados por #EnJaponConDamen ? Estaré transmitiendo en vivo las grandes aventuras... No te pierdas las actualizaciones... Jajajaja okno..
