Hacker I & II +21

|II| Hablar con él

DAMEN

—Es momento de despertar dormilón— escuche una voz, que fue mi deleite. Tenia los ojos tan pesados, pero en este momento quería verlo.

Los abrí poco a poco, me costó muchísimo trabajo porque nuevamente los quería volver a cerrar, pero obligue a mi mente a mantenerlos abiertos, después de unos minutos, ya estaba más consciente, sabia claramente donde estaba, gracias al pitido de la máquina, al olor nauseabundo de medicamentos, al dolor en mi brazo izquierdo por la intravenosa y porque me siento más desnudo, esperaba mi belleza no se opacará con esta bata estúpida blanca con puntitos de colores.

Me gire del lado derecho y en este, estaba un sofá muy grande, ahí estaba una de las personas por las cuales luche.

—Hans— sabía que, a pesar de tener el sueño muy pesado, iba a despertar en cualquier momento, nunca le ha gustado dormir de manera incómoda.

Abrió los ojos y miro en mi dirección, cuando le sonreí, soltó un suspiro.

—Joder Damen, creí escuchar tu voz— susurró como si estuviera hablando solo.

—Pero si te hablé— se levantó del sofá y tomo mi mano.

—Despierta Damen, de verdad, puedes salir de esto, tu puedes despertar por mi— cuando dijo eso, cuando comenzó a hablar como si yo no estuviera despierto sentí un terror recorrer por todo mi cuerpo.

¿A caso...?

¿A caso estoy en coma?

—No, esto no...— comencé a hiperventilarme, entonces Hans abrió sus ojos y me abrazó.

—Tranquilo, he tranquilo, estas bien, era una broma, joder Damen— mi respiración se comenzó a reponer y la maquina estaba normal nuevamente.

—Eres un imbécil— le susurre mientras le devolvía el abrazo, sin importarme la intravenosa.

—Perdón, no creí que te fueras a poner así, pero era mi única forma de vengarme, me hiciste pasar por mucho— susurro mientras estaba cerca de mis labios.

Justo antes de que si quiera nuestros labios se rozaran, entro un doctor.

—Buenos días, al parecer ya se a que se debe ese cambio muy dramático en la máquina— dijo mientras sonreía.

Hans se alejo y carraspeo con su voz.

—Bien, vamos a revisar al joven Hawkins y...— se quedo mirando mi intravenosa, joder, el liquido ya no era blanco, si no rojo. —Si van a abrazarse, asegúrate de hacerlo con cuidado o de colocarle este seguro, así evitamos que te drenes— dijo al final con una sonrisa.

Coloco el seguro de la intravenosa y luego comenzó a revisarme.

—Dime si sientes dolor al respirar— toco varias partes de abdomen, mi espalda, reviso mi herida, mis ojos, hasta mi lengua joder, y anotaba no se que tanto en su Tablet, a pesar de eso, no me sentí acosado como con otros doctores sucedía, y eso que esta joven este doctor, y guapo, ¡Basta Damen! Tengo a mi estúpido y guapo Dios griego, adonis, Hans, pero hay que saber reconocer la belleza de otros. —Te voy a hacer una pregunta, pero quiero que seas muy sincero conmigo—

Asentí mientras miraba de reojo a Hans.

—Ese hombre, que los tuvo secuestrados, ¿te hizo algo? Claro, además de golpearte y perforarte con una bala— creo que sabía a qué se refería.

—¿Se refiere a que si abusó sexualmente de mí? — yo también miré de reojo a Hans y vi como apretó sus manos.

El doctor solo asintió