Regresar|Libro II #Wattys2018

13.

En cuanto Erin abrió los ojos, se encontró con la mirada cariñosa de Erik que tanto le había hecho falta.

-Erin... -susurró con amor.

Quiso levantar sus manos, tomarlo de las mejillas y decirle cuanto le había extrañado, pero su cuerpo no respondía. Ni si quiera podía sonreír. Sólo estaba ahí, viéndolo ahora con miedo.

-¿Qué pasa? -preguntó Erik alarmado.

-Ella no podrá moverse, al menos hasta que acaben conmigo. De lo contrario todos morirán -avisó la voz.

Distinguieron a una Elizabeth saliendo de entre las sombras, y detrás de ella tres figuras sin cara dispuestos a matar.

-No debemos confundirnos -advirtió Estefa.

-Sería menos problema si no vistieran igual -gruñó Erik dejando a Erin en el suelo.

Las sombras se abalanzaron hacia ellos mientras Erin observaba la escena confundida. Veía a dos Elizabeth, una peleando y otra sonriendo con malicia. Si veía con cuidado podría ser capaz de distinguir quien era Petrova y quien la voz.

Vio caer uno a uno y su mirada se quedó fija en las dos Elizabeth que se veían de frente. Comenzaron a pelear, movió sus ojos de lado a lado preocupada. No lograba ver nada de lo que pasaba. Y entonces las distinguió: Los ojos de la falsa Elizabeth lanzaban destellos de color rojo cada diez segundos. Apenas visibles. 

¿Cómo se los digo?, se preguntó Erin con impotencia.

El gritó de dolor de Erik, fue el detonante. La chica comenzó a sentir esa energía tan conocida dentro de ella, sentía que las extremidades se le descongelaban de poco a poco.

Escuchó la voz de Estefa, agotada:

-Se esta moviendo.

Erin incluso pudo esbozar una sonrisa.

Y entonces su cuerpo despertó de golpe, sentándose en el frío suelo con las piernas heridas apenas cubiertas por el vestido desgastado.

-No debieron venir -les reprochó. Apenas lograba articular palabras con sus labios dormidos.

Las sombras desaparecieron cuando Erin alzó su palma.

-Tienes poderes -murmuró Caitlin incrédula.

Vio a Erik, sangrando en el suelo. Estaba por acercarse a el cuando la falsa Elizabeth la miró y una fuerza le impidió el paso, al igual que a los demás.

-Soy más fuerte que tú -dijo Erin con una risa amarga.

-Pruebalo -respondió de igual forma la falsa Elizabeth.

Extendió su mano izquierda y la empujó lejos, haciéndola caer sobre las escaleras.

-Espero que sepas que este es el último sacrificio -le reprochó la voz con odio-. Alguien de ustedes indudablemente morirá esta noche.

Alzó la mano en dirección a Elizabeth y la atrajo hacia ella mientras la rubia se resistía con los pies apenas tocando el suelo.

-¡Ayudenme! -gritó asustada.

Estefa corrió hacia ella pero cayó de inmediato al suelo como si una barrera invisible se lo impidiera.

Una sombra apareció detrás de Estefa justo cuando se levantaba.

-¡Cuidado! -gritó Erin, pero ya era tarde. Susurró palabras incomprensibles en su oído y Estefa se desmayó.

-¡Tefa! -gritó Erik. Comenzó a arrastrarse hacia ella.