La hija de la Sabiduría (Nico Di Angelo)

Una noche más en la cabaña de Hipnos

No fui a la cena, decidí quedarme en mi cabaña y descansar, despues de todo hoy había sido un día pesado.

Me acosté en mi cama y me quedé dormida profundamente.
Cuando desperté aún era de noche, pero yo no podía dormir más.

Me puse ropa comoda, ya que me habia dormido con un pantalón apretado y una polera corta.
Me puse un pijama y una polera negra que decia 15/33 con letras blancas.

Me puse mis chapulinas y escribí una nota para Annabeth

"Estoy en la cabaña de Hipnos
Att: Cassiopeia".

Sali de la cabaña con cuidado de que no me viera ninguna arpía y me meti a la de Hipnos, Clovis me dijo que podía dormir ahí cuando tuviera pesadillas, no tuve ninguna pesadilla, pero no queria desvelarme y luego tener sueño por la mañana.

La suave música de violines se sentía en su interior, una paz infinita me recorrió el cuerpo y bostecé.
Me acoste en la primara cama que vi, me saqué mis zapatillas y me quede dormida de inmediato.

Cuando desperte ya era de día, no me quería levantar, las almohadas estaban demasiado comodas para levantar mi cabeza y la temperatura de la cabaña era ideal para seguir durmiendo, pero mi estómago exigía comida, ayer no había cenado nada y no podía estar sin desayinar hoy.

Me levanté con flojera de la cama y me quede un rato mirando mis pies, y volví a bostezar.

Había dormido tan bien anoche, algo se movió al lado mío, mire la cama y casi grito al ver a Clovis recién despertando

-¿Cassie?- preguntó bostezando y estirándose

-perdón Clovis, anoche llegué y me acoste en la primera cama que vi, no me fijé que era la tuya- me disculpé, el se volvió a estirar

-no te preocupes, yo tampoco me di cuenta de que entraste- respondió levantándose. La puerta de la cabaña se abrio de pronto y Annabeth con expresión calmada entró, pero al verme en la misma cama con Clovis cambió a confusión y un poco de enfado.

-el desayuno termino, te traje algo para que no te quedaras sin comer- dijo dandome un paquete de galletas y un jugo en caja

-Gracias Annabeth- le respondí, mi estómago rugió exigiendo comida, abrí el paquete de galletas y comencé a comer

-¿y para mi no hay nada?-preguntó Clovis

-pense que estarías durmiendo asi que solo traje eso- le respondió Annabeth

- bueno no importa, los hijos de Hipnos tenemos un mecanismo para éste tipo de casos- dijo levantándose de la cama y dirigiéndose debajo de la cama de donde saco una bolsa llena de comida

-siempre nos perdemos las comidas- agrego y comenzó a comer galletas de chocolate que tenía escondidas bajo la cama

-Cassie, necesito que me ayudes en algo- dijo Annabeth

-entiendo, adios Clovis y gracias- me despedí de él y sali de la cabaña junto a Annabeth, me dio un poco de vergüenza ya que estaba en Pijama, lo único que quería era llegar a mi cabaña y cambiarme de ropa.

Entramos a la cabaña y busqué ropa en mi cajon

-¿puedes ayudarme a ordenar estos libros?- me preguntó Annabeth

-claro, me cambio de ropa y te ayudo- le respondí, entre al baño junto con mi ropa, me di un baño con agua tibia y me cambie de ropa.

Sali del baño y ayude a Annabeth a ordenar los libros, los pusimos en orden en los estantes y ordenamos un poco las mesas de de estudio.

-¿que haras al fin del verano?- preguntó Annabeth después de terminar de ordenar, no había pensado en eso.
¿Que haría cuando el verano terminará y tendría que enfrentarme al mundo?. Supongo que volvería con mi padre, aunque no me gustase la idea, no tenía a dónde más ir.

-no lo se...supongo que volvere con mi padre- le respondí

-nunca me haz contado sobre tu familia, ¿con quien estas viviendo?- preguntó, esa pregunta hizo despertar mi nostalgia, tragué saliva para evitar llorar y me aclaré la garganta

-solo con mi padre, antes vivia con mi hermana, pero ella...murió hace unos meses- respondí mirando hacía otro lado

-perdón, no debí preguntar...

-tranquila, en algún momento tendría que decirlo- respondió

-eres mi hermana ahora, no olvides nunca lo mucho que te quiero- respondió ella y me abrazó. Solte un par de lágrimas las cuales luego de que Annabeth me soltara me las limpié

-gracias Annabeth- dije sorviendome la nariz

-cuando te sientas más preparada me podrás contar- respondió y me ayudo a limpiarme la cara.

Salimos de la cabaña y caminamos al lago, hoy sería un día de hermanas.

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