primera noche en la cabaña de Hades

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Astrid:

-Cassie, tenemos que ir a comer- comencé a picarle el brazo para que despertará

-¿que?...- comenzó a abrir los ojos de apoco y se levantó quedando sentada-¿que hora es?- preguntó

-ya es casi la hora de la comida- le respondí

-¿quieres volver?- me preguntó bostezando

-solo si tu quieres- le respondí

-esta bien... Volvamos- yo me levanté y le estire mi brazo a Cassie para ayudarla, ella aceptó mi mano y la ayudé a levantarse.

Caminamos en silencio hasta el comedor, Cassie aún venía algo dormida por lo que le ofrecí mi brazo. Ella entrelazo su brazo con el mio y así llegamos al comedor.

Nico:

Cassie y Astrid llegaron con sus brazos entrelazados, al llegar al comedor, se separaron y pidieron su comida, quemaron un poco de esta y se sentaron en la mesa de Atenea.

Yo como siempre estaba solo, comencé a comer de mi comida y mire a todos los campistas que entraban y salian del comedor.

Tenía un serio problema con Cassie, no podía dejar de mirarla. Aparté la mirada de ella ya que me estaba comenzando a sentir observado.
Mire hacía la mesa de Ares y vi que Clarisse me estaba observando con ojos asesinos, la mire indiferente y ella aparto la mirada de mi con un gesto de enfado.

-Hola Nico- Alcé la cabeza para ver quien era y vi a Cassie y a Astrid con su bandeja en la mano-¿nos podemos sentar?- preguntó Cassie

-claro...- contesté, ellas se sentaron a mi lado, Astrid un poco alejada del plano y Cassie a mi lado

-¿por que no te sientas con alguien?- preguntó Cassie

-por que hasta algunos días era el único hijo de Hades- contesté y comencé nuevamente a comer

-¿no tienes amigos en el Campamento?-preguntó de nuevo

-se puede decir que si tengo. Pero no soy muy cercano a ellos- contesté, Astrid permanecía en silencio mirando directamente a su plato sin comer nada- Astrid...- la mencioné, ella me miro frunciendo los labios y con sus ojos negros sin expresión

-¿que?- preguntó con voz fria

-nada...solo quería saber cuantos años tienes- contesté y tragué saliva, su expresión daba miedo y angustia, traté de no mirarla tanto

-16- contestó y comenzó a comer

-soy mayor que tu- le dijo Cassie un poco emocionada- tengo 18... Soy una momia...

-¿en donde me dejas a mi entonces?- hice una pregunta retórica- tengo 20, soy el más viejo entré ustedes

-eres una momia viviente- dijo Cassie

-y eso que no estoy contando desde el año en el que nací- respondí, ellas me miraron confundidas y Astrid preguntó:

-¿en que año naciste?-

-1924- contesté, Astrid se atoró con su jugo y Cassie abrió mucho los ojos

-¿como es eso posible?- preguntó Cassie

-estuve en un lugar donde el tiempo iba más rapido- contesté

-¿nunca tuviste curiosidad por salir al exterior?- preguntó Cassie

-no sabía que había un exterior- respondí

-¿no te aburrias?- preguntó de nuevo

-no, tenía mis propias entretenciones- contesté. Terminé de comer y me levanté de la mesa- que tengan linda noche- me despedí de ambas con moviendo la mano y me fui a mi cabaña a dormir...

La hija de la Sabiduría (Nico Di Angelo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora