El Grupo De Jane

Capítulo 37.

Fuera del grupo.

Carlos, Cat y Pablo observaban con terror lo que Jane había hecho con Alison, incluso David se veía sorprendido ante tal escena.

—¿Cómo pudiste hacerlo? —preguntó Cat sorprendida.

—¡Oh Dios, Alison! —gritó Pablo corriendo a su cuerpo.

Unas inmensas carcajadas comenzaron a escucharse, las cuales provenían de Jane, quien bajaba las escaleras junto a David.

—Hacemos una increíble pareja, ¿No creen chicos? —Jane le dio un beso en la mejilla a David y siguieron bajando.

Cat, Pablo y Carlos observaban como Jane y David salían de la casa, dejando tan sólo una horrible escena que tendrá que presenciar su madre.

—¿Qué vamos a hacer?, ¡No podemos dejarla aquí! —gritó Carlos angustiado.

Él tan sólo volteaba a cualquier lado, miraba por la ventana, intentando pensar qué hacer en estos casos.

—Creo que debemos hacer lo mismo que hemos hecho hasta ahora —mencionó Pablo preocupado.

—¿Qué hemos hecho, Pablo? —preguntó Carlos confundido.

—Nada —dijo Pablo sin más.

—Tienes razón —añadió Cat angustiada.

Los tres se miraron por algunos segundos, observaron por última vez el cuerpo de Alison sobre el suelo y se dirigieron a la puerta principal, para luego salir.

***

Un nuevo día había llegado, la noticia de la muerte de Alison ya se había esparcido por los noticieros matutinos, de los cuales ahora era protagonista.

—Esta mañana fue encontrado por su madre, el cuerpo de Alison Montejo, las autoridades toman como principal sospechoso a David Silva, su antigua pareja sentimental.

En una funeraria se encontraba Martha, esposa de Alex Romero, preparando los últimos detalles para despedir a su pequeño hijo, Daniel.

Ella lloraba fuertemente sabiendo que Romero no iba a poder acompañarlos en ese momento tan triste, tan sólo su hija Ana y algunas personas cercanas a la familia, aunque sabiendo que Daniel fue asesinado, algunos de los amigos de la familia preferían no ir al funeral.

Lo cual para Martha era una pena, pues teniendo tantos amigos, muy pocos se atreverían a pisar la funeraria, donde seria la despedida de su hijo Daniel.

—Mamá, ¿Dónde está Daniel? —preguntó la pequeña Ana.

Martha limpió algunas lágrimas que resbalaron por sus mejillas y se inclinó para por fin explicarle lo que sucedió realmente con su hermano.

—Ana, cariño —Martha susurró dándole un fuerte abrazo.

—¿Sí, mamá? —Ana puso rostro de confusión.

—Daniel ya no está con nosotros, él se ha ido, jamás lo volverás a ver cariño —dijo Martha entre sollozos.

Ana miraba con angustia a su madre, pues después de la delicada explicación, ella seguía sin entender qué había pasado con su hermano mayor.

—¿Daniel se fue con papá? —preguntó Ana angustiada.

—No Ana, él murió, ahora él está en el cielo, jamás lo volveremos a ver —añadió Martha dándole un abrazo.

Ana al fin estaba entendiendo lo que paso con Daniel y comenzó a llorar, abrazando fuertemente a su madre.

—¿Le paso lo mismo que a Grizzli, nuestro perro? —Ana lloró fuertemente.