Capítulo V

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-¿Y?.-Me pregunta Jade una vez nos alejamos del grupo.

-No entiendo a qué te refieres con lo que yo le gusto, es más que obvio que somos amigos y nada más.-Le digo.

-Ni siquiera te has dado la oportunidad.-Me comenta observando a dónde están los chicos, quien al igual que nosotras hablan. Jade me había pedido un momento para hablarme de algo importante, tal parece y ese tema es Cameron. Siempre es Cameron.-Prueba otra vez.

-¿Y que planeas que haga? ¿Que me lance a sus brazos? Jade, esto no es un cuento de hadas como lo piensas hacer creer, es la vida real y en la vida real las cosas así no pasan.-Le digo, ella realiza una seña en señal de desaprobación.

-En la vida real los mejores amigos se enamoran.-Dice como si le fuera algo normal ver a su amiga sufrir por el amor de su mejor amigo.-Eso también va para ti.

-¿No les gustaría ir a jugar al baloncesto?.-Pregunta Jorge tomando a Jade por la cintura, abro grandemente los ojos, ¿En qué momento ellos comenzaron a salir? Ella lo aparta en un movimiento rápido y con las mejillas rojas, Jorge se disculpa y luego ambos corren en otra dirección. Creí que todos íbamos a jugar al baloncesto.

-Supongo que ahora nos dejaron solos.-Dice mi mejor amigo.-¿Qué te parece si vamos a jugar?

-¿El que pierda tiene un reto?.-Le pregunto, el asiente.-En ese caso tendrás que prepararte, he estado entrenando. Planeo unirme al equipo.

-En ese caso estaré de primero ahí para apoyarte.-Me toma de la mano y la presiona levemente.

En la sala de juegos hay muchas áreas pero sin duda la de los deportes es la más solicitada. Un montón de pelotas vuelan de aquí a allá cuando entro de la mano de Cameron, la suelto apenas entramos con la mirada puesta en una sola cosa, el enorme aro de baloncesto con unas cuantas mallas a los lados y pelotas en una canasta que hay al lado del mismo juego. Me acerco tomando la primera pelota que saco de la cesta y observando como el pelinegro hace lo mismo, ambos tenemos una pelota en la mano, el me hace una seña y soy la primera en lanzar, encesto. El imita mi gesto y la pelota cae también en la red. Me dedica una mirada triunfante y hace una pequeña danza de victoria que me hace reír. Vuelvo a lanzar y la pelota cae dentro del pequeño aro tal cual lo esperaba, mi mejor amigo me copia el movimiento, casualmente el también encesta.

-Tenemos que hallar una forma más interesante de hacer las cosas.-Propone dando un paso al frente y tomando otra pelota.-Esto ya está comenzando a aburrirme.

-¿Ya no es suficiente con un reto?.-Pregunto con la pelota en una mano, apuntando para hacer mi siguiente lanzamiento. El da un paso al frente, su poco oportuna cercanía causa que empiece a perder poco a poco la concentración.-Si no te alejas voy a buscar una manera de golpearte.-Digo, el ríe. No veo nada gracioso que el intente ganarme con trampas.-¿Jade te lo dijo, cierto?.-Le pregunto, el da un paso atrás y en ese preciso momento alcanzo a lanzar la pelota.-Que iba a ganarte.-Digo y sonrío.-Vamos dos a tres. Te toca.

Sabes que el juego estuvo bueno en el momento en que un partido a quince puntos pasa a ser uno de veinte, al fin de la jornada gané yo, en realidad fue empate pero Cameron decidió darme la victoria. Ambos dejamos las pelotas en la canasta cuando accidentalmente mi zapato se enreda con las alfombras y siento que caigo, intento dar media vuelta pero todo pareciera ser peor al momento en que mis ojos chocan con los de una persona no tan extraña. El típico cliché, lo sé. El chico me agarra de la cintura y aunque aún mantengo las rodillas flexionadas para evitar la caída no puedo dejar de mirar a esos bellos ojos color café que parecieran y no pueden dejar de mirar los míos, esa es la principal razón que hace que a mi mente lleguen las palabras de Jade y la principal razón por la cual ambos nos separamos lo más rápido posible. Pestañeo con los ojos mirando el suelo y con la enorme necesidad de volver a perderme en esos ojos de nuevo. El me mira. No la típica mirada que le darías a una de tus amigas, una mirada de pena pero a la misma vez de que desearía volver a hacerlo.

Cinderella. «Cameron Boyce»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora