5. Lunes 10 de julio del 2017

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Lunes 10 de julio del 2017

Estábamos en mi departamento Celeste, mi compañera de cuarto y su novio, días pasados habíamos planeado ver películas juntos. Una de terror escogida por Celeste que nos aburrió a todos, y una nostálgica llamada "Un don excepcional" Tras ver la trama Celeste se deprimió al recordar a su doctor. Para aclarar Celeste a su médico lo consideraba como un padre, pero dos años atrás había fallecido debido a un cáncer pulmonar, y al ver momentos de padres e hijos solía deprimirse y ese día no fue la excepción. Tras ver como la niña corría a los brazos del que quería como un papá, Celeste se levantó de la cama y prosiguió por ir al baño, después de 10 minutos regresó y sus ojos hinchaditos me hacían entender que había llorado.

Levantamos el desastre que habíamos hecho y dejamos todo limpio, Celeste se me había desaparecido por unos segundos y cuando me percaté se dirigía a nuestra habitación, la seguí y la abracé, recostó su cuerpo a la pared y si no hubiesen estado mis brazos sujetándola, se habría derrumbado lentamente hasta llegar al suelo, se aferró a mi pecho y mis brazos a su espalda.


Pocas veces se podía ver a Celeste desesperada, consumida, desconsolada, la mayoría del tiempo irradiaría felicidad, desbordaría alegría, e inspiraría amor. Pero ese día no lo iba hacer.

Agarró mi camisa y la estrujaba a su antojo al mismo tiempo que no paraba de llorar y decirme que lo extrañaba, que lo necesitaba y que lo odiaba por dejarla sola. Su doctor o su papá también eran uno de los más grandes dolores en la vida de mi novia.


Una vida más a su ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora