Lo prometiste (CAMREN G!P)

Capítulo 32: Aléjate

[POV Camila]

—¿Eres feliz con ella?—preguntó Lauren

—¿De?—pregunté confundida

—¿Eres feliz con Kendall, ella te hace feliz?—su pregunta me dejó sin habla. No sabía que responderle. Yo no estaba saliendo con Kendall ni nada, fue mentira lo que dijo Kendall—Respóndeme Camila, ¿Ella te hace feliz?

—Ella es muy linda conmigo...—fue lo que mi boca dijo

Ella no dijo más y subió a por las escaleras, dejándome ahí, siempre lo ha hecho, siempre dejándome sin importarle nada. No me sorprende, no es la primera vez que lo hace, como dije anteriormente; Nunca cambiará

Me quité el saco que llevaba puesto, cargué a Alex y le puse mi saco para que lo cubriera y no pescara un resfriado. Salimos de mi antigua casa. Acomodé a mi hijo en su silla de auto y conduje hasta casa de mis padres

—¿A dónde fueron hija?—mi madre me dijo al verme entrando con Alex—Ve ayudarle Alejandro.—le dijo a mi papá. Él inmediatamente se levantó de su aciento y se acercó a cargar a Alex

—Salimos a dar una vuelta. Gracias papi.—mi padre se encargó de subir a Alex a su habitación yo iba tras de ellos

—Este pequeño cada día pesa más.—dijo mi padre soltando una pequeña risa. Dejó a mi hijo sobre su cama 

—Gracias.—le agradecí a mi padre lo cual asintió y salió de la habitación de mi hijo

Después de haber cambiado de ropa a Alex por su pijama de balones que fútbol y le diera un beso sobre su frente.

Salí de la habitación de mi pequeño y entré a la mía

FLASHBACK

Había terminado de bañar a mi bebé. Mi madre hoy no pudo venir a ayudarme a bañarlo como era de costumbre. Así que hoy me tocó hacerlo sola

Mi bebé ya tenía ya tres meses de nacido. Me hacía muy feliz ya tenerlo entre mis brazos, aunque lloraba a cada ratito

—Haber mi amor.—comencé a poner crema para humectar su piel—¿Quién es el bebé más hermoso del mundo, eh?—hice una voz aguda él solo me miraba mientras tenía su pequeño puño sobre su boquita

Escuché la puerta del pequeño departamento abrirse. Por mi parte seguí cambiando a mi bebé.
Le terminaba de poner su pañal cuando vi a Lauren entrar por la habitación

—Dame de comer, tengo hambre.—fue lo único que siempre decía cuando llegaba

—Voy cariño, solo deja termino de cambiar al bebé.—respondí y ella bufó

—No Camila, te estoy diciendo que tengo hambre. Me la paso todo el día trabajando para que tú y ese niño tengan lo mejor—señaló a mi bebé con desprecio

—Alex también es tu hijo.—reclamé

—Como sea. Sabes qué, como tú no me das de comer, me voy.

—Mi amor te dije que me esperes un momento, no puedo dejar al niño así puede enfermarse. —hablé pero ella rodó los ojos