Capítulo 48: Ella no es Lauren

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[POV Camila]

—¿En dónde estamos?—pregunté mientras Kendall me ayudaba a bajar de su auto

—Tranquila—pidió mientras escuchaba que cerraba la puerta del copiloto—.No te voy a secuestrar

—Eso no lo sé— solté una risita

—No haría eso—sentí que me tomó de los hombros—.Bien, voy ayudarte a dirigirte porque veo que no ves absolutamente nada

Era cierto, no veía nada con esta venda pegada a los ojos. Ni siquiera se en donde estoy.

Kendall y yo comenzamos a caminar, ella me ayudaba a que no cayera. Iba diciéndome si había obstáculos para poder esquivarlos. Nos detuvimos por un momento. Escuché la manija de una puerta abrirse, Kendall volvió a posarse detrás mío. Caminamos unos cuantos pasos más.

—Alto—habló y me detuve—.¿Lista?

—Claro—sonreí

Kendall comenzó a quitarme la molesta venda de los ojos, primero comencé a ver borroso pero unos segundos más vi todo a la perfección.

Sonreí al ver la estancia. Era una preciosa cabaña, volteé a mirar a Kendall quien estaba detrás de mí.

—¿Te gusta?—preguntó

—Es sumamente hermosa—ella sonrió

Sentí sus manos tocar mi cintura, sus labios comenzaron acercarse más a los míos hasta chocar entre si y comenzar un movimiento suave hasta separarnos lentamente.

—Ven...—me tomó de la mano y comenzamos a caminar hasta una habitación—.Te quiero aclarar que yo no preparé la cena, aún no aprendo a cocinar del todo... pero te prometo que aprenderé, ok?

—Ok...—ella sonrió y dejó un corto beso sobre mis labios

Mi sonrisa se amplió al ver una mesa, dos sillas una enfrente de la otra, dos copas y  una botella de vino.
Ambas caminamos tomadas de la manos hasta la mesa, Kendall ayudó acomodar mi silla.

—Peter en un momento trae la cena—habló mientras ella se cómodaba en su silla

—¿Peter?—pregunté extrañada y ella asintió

—Sí. Él trabaja en casa de mis padres, le pedí que me ayudara con la sorpresa—se encogió de hombros

—¿Esta cabaña es de tus padres?—pregunté mientras ella servía el vino

—Así es...—me entregó mi copa—.Pero me la dejan usar cuando quiero. Brindemos porque esta noche sea excelente

Chocamos levemente nuestras copas, ambas bebimos el contenido. Era un vino suave como me gustaban.
Al poco rato entró Peter, era un señor de aproximadamente unos cuarenta años, saludó amablemente y nos sirvió la cena que era Corvina con salsa de chile dulce. Estaba riquísimo.
Kendall le dijo al señor que ya podía retirarse, lo cual Peter se retiró para volver a la casa de los Jenner.
La cena estaba transcurriendo entre risas, bromas y uno que otro beso.

—¿Qué tal la cena?—preguntó

—Deliciosa—dije—.Pero no tenías que haber hecho todo esto

Lo prometiste (CAMREN G!P) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora