Capítulo 4

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¡No no no no!. Gritaba en su interior. No debía ser así, se suponía que debía dejarla libre. ¿Por qué no sólo la dejaba ir? Ya tuvo lo que quiso. ¿Por qué el retenerla más tiempo? Era tan ilógico.

—Señor su padre...

—¡MI PADRE NO ESTA AQUÍ! ¡ESTAS EN MI DOMINIO Y VAS A OBEDECER! ¡ENCADENALA AQUÍ MISMO EN MI CUARTO!.

—Entendido señor.

Las pisadas fuertes se alejaron y alguien abrió la puerta de forma silenciosa, era Taehyung. El chico rubio la buscó con la mirada y cuando la encontró caminó hacia _____ teniéndole algo de compasión.

—Lo siento... Debo... Encadenarte, por favor levántate. —sintió pena por ella, verla así toda lastimada, ninguna mujer debería de ser tratada de esa forma tan brutal.

—Por favor por lo que más quieras, ayúdame a salir —imploró con esperanza de que se lograra apiadar de ella.

—Lo siento, sólo sigo ordenes de mi rey. —sintió culpabilidad, pero no podía desobedecer a su amo, eso sería perder su vida.

La tomó del brazo para levantarla pero al momento volvió a caer al suelo. No porque ella quisiera, sino que el dolor que le ocasionó la había dejado débil. Se asustó por un momento por la falta de equilibrio y miró hacia su alrededor.

—No puedo. —chilló— Duele mucho —se quejó.

Recordando que estaba desnuda intento cubrirse, pero era inútil, de todos modos ya la había visto. Buscó en uno de los cajones de la habitación y sacó una camisa larga. La ayudó a vestirse y la puso sobre la cama. Desvió su mirada hacia las sábanas manchadas y la miró sorprendido.

—Esto..

—Si, debes imaginártelo ¿no? —dijo con asco— Era virgen.

—¿Te lastimó mucho?

No podía evitar estar preocupado, pues nunca había tenido que ver esta situación, por suerte todas las mujeres que había traído no eran vírgenes, así que no quiso ni pensar lo que ella tuvo que pasar.

—Si, aun me duele demasiado —chilló.

—¿Él lo sabía?.

—No, ni siquiera se molestó en preguntar.

—¡QUE TANTO TARDAS! —se escuchó gritar desde el pasillo— ¡NECESITO QUE VENGAS AL SALÓN AHORA!.

—¡SI SEÑOR! —gritó ya que estaban a distancia— Lo siento, no puedo hacer nada.

Tomó una cadena que había debajo de la cama y la hizo levantarse. La movió hasta un rincón de la habitación y la encadenó a una vara de acero que se unía a la pared, ahí es donde Jimin solía amarrar a sus esclavas para hacer el "juego más divertido".

—No lo ajustaré mucho para que no duela. —dijo siendo amable, no quería lastimarla más.

Se apresuró en cambiar las sábanas y deshacerse de la toalla manchada dejando todo impecable de nuevo. Le dio una rápida mirada y salió de la habitación. Se quedó de nuevo sola en la habitación aguantando su dolor.

Mientras tanto Jimin había citado a todos sus sirvientes al gran salón frente a su trono. Hyuna llegó e intento sentarse sobre su regazo como de costumbre pero el rey no estaba de humor y la empujó lejos de sus piernas.

—¿Qué te sucede? —preguntó ella muerta de la vergüenza.

—No me fastidies ahora y ponte al frente como el resto.

—¡Que idiota! —bufó y Jimin la abofeteó dejando a toda su gente impresionados, nunca había tratado tan mal a Hyuna, después de todo era la única que se ofrecía por voluntad propia hacia él. También habían vampiras que deseaban probarlo, pero cuando lo hacían se daban cuenta de lo brusco que podía llegar a ser, así que después de haber tenido sexo simplemente trataban de no ser tomadas de nuevo por su rey, en cambio Hyuna era masoquista, le gustaba lo rudo, tal y como Jimin era.

[EDITANDO] MI ESCLAVA SEXUAL [+18] 1ra. TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora