Capítulo 41

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La besó con desesperación sintiendo como si ella fuera a desaparecer en cualquier momento, y realmente podría ser así, pero no quería aceptarlo, ella iba a vivir, bajo ninguna circunstancia iba a permitir que ella muriera, no estaba dispuesto a dejarla ir.

—Te deseo. —dijo resoplando contra su cuello dejando un camino de besos cada ves más descendientes por su torso hasta rozar sus labios contra sus pechos cubiertos aun por el estorbo de tela.— Quiero hacerte el amor ahora mismo nena.

—Hazme tuya Jimin. —jadeo sujetando su cabello con fuerza hacia arriba hasta que su boca estuviera de vuelta contra la suya.

—No seré muy delicado si me lo pides así.

—Yo no quiero que lo seas.

La lujuria despertó en las pupilas de Jimin dilatándose con las extensas ganas de poseerla. Su vestido de ceremonia ahora estaba hecho en dos pedazos inservibles, ella gruño en protesta pero él solo estaba pensando en tenerla a su disposición lo más antes posibles, y el significado de aquello conllevaba a tenerla desnuda antes sus ojos en total plenitud.

—Voy a reventar si no me entierro en ti ahora nena. —se desvistió sacando cada prenda lejos de su cuerpo para luego posicionarse entre sus piernas, apretó sus muslos en cada mano mientras poco a poco comenzó a deslizarse en su interior.— Tan húmeda para mi, me pones loco mujer.

Cada bombeo dentro y fuera eran marcados con fuerza sin temer a nada, cada gemido que ella soltaba le confirmaba que también disfrutaba de su encuentro cuerpo a cuerpo con él, ambos disfrutaban hacer el amor no importando nada.

—Te sientes tan bien nena... Voy a correrme muy pronto. —gruño bajando su boca para atrapar uno de sus pezones entre sus dientes mordisqueándolo como un caramelo, dulce y cada ves más adictivo.

—¡Jimin!. —jadeó cuando su cuerpo se movió aun más fuerte contra el suyo.— Ahhhh....

—Eso nena, disfruta, tendrás mucho de esto por la eternidad.

________________ logró correrse y tras ella llegó la liberación de Jimin corriéndose dentro de su interior.

Ella tras las ultimas palabras comenzó a considerar muchas cosas, había una gran posibilidad de que muriera, y con ello su oportunidad de vivir por siempre con él sería nula.

Jimin estaba por decir algo pero ella se giró quedando a horcajadas sobre él, comenzó a moverse penetrándose a sí misma, por supuesto él la ayudo sujetando sus caderas pero pronto vio las casi invisibles gotas de lágrimas caer desde sus ojos humedeciendo aquellas largas pestañas a las cuales estaba anhelando ver parpadear cada mañana al despertar a su lado.

Verla llorar hizo infinidades de cosas en su pecho, algo no iba bien, definitivamente había un motivo por su llanto y él no seguiría con aquello sin saber que le sucedía, así que apretó sus caderas y la hizo detenerse.

—Hermosa, ¿que esta mal?. —levantó su cuerpo en apoyo con sus brazos y se mantuvo sentado sin salir de su interior.

—Yo... No lo sé... Solo... Siento que esto no va a ser muy duradero... No quiero dejar de verte... Realmente quiero estar contigo... Pero no se si viviré mucho para verlo desarrollarse frente a mis ojos. Te amo tanto Jimin que tengo miedo de no volver a verte.

—Si sabes quien soy yo ¿no?. —ella asintió sin entender muy bien su punto.— Por lo tanto sabes que soy una persona insistente que no va a dejar que nada se le salga de las manos, te mantuve mucho tiempo a mi lado, más de lo que antes me permitía mantener a una mujer. ¿Tienes idea de cuanto hieren tus palabras mi orgullo?. —alzó una de sus manos hasta alcanzar las gotas fluyentes limpiándolas una a una.— No voy a dejar que mis planes se vayan lejos, sin ti no puedo ejecutarlas, por lo tanto, mi mente ahora solo esta concentrada en una cosa. Solo en ti. En nada más. No voy a dejarte hermosa, nada va a pasarte, confía en mi.

[EDITANDO] MI ESCLAVA SEXUAL [+18] 1ra. TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora