-11- Marcados.

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Antes de nada, voy a empezar a dedicar algunos capítulo, así que si alguien está interesado que comente aquí.

Editado✔️

Ian (POV):

Tenerla a mi lado, durmiendo agarrada a mi con su cabeza reposando en mi pecho, es una de las mejores sensaciones que podría tener en mi vida. Sus largas pestañas rozaban sus pómulos, su respiración era tranquila y pausada. Alce una mano para acariciarle la mejilla. ¿Quién lo diría? Estos tres años que estuve en el Tibet escondido me volví frío y sin si quiera algún sentimiento, y ahora entiendo porque, el estar alejado de ella provocó que cerrase mi corazón.

Salí de mis pensamientos cuando noté que el pequeño cuerpo que me transmitía calor se movía bajo mis caricias.

-Buenos días dormilona...-Bese su frente con delicadeza.

-Buenos días.-Sonrío con los ojos aún cerrados, y se apretó todavía más a mi cuerpo.-¿Qué hora es?-Abrió sus preciosos ojos y me miró aún adormilada.

-Las 11 de la mañana.-Abrió los ojos de par en par y se levanto para quedarse sentada en la cama.

-Es tarde.-Me encogí de hombros y me senté a su lado abrazándola.

-Da igual. Hoy tenemos el día libre tú y yo.-Note como sus comisuras se levantaban hacia arriba, giró su cabeza para conectar nuestros ojos.

-¿Ah sí...?-Sonrío picara, ¡mierda! Como siguiese por ese camino Mini Ian no podría aguantar más.

-No me mires así.-Ella alzo una ceja divertida, se sentó a horcajadas en mis piernas.

-¿Asi como?-Paso sus brazo por mi cuello hasta la nuca.

-Así.-Me acerqué lentamente para acortar la distancia que me estaba matando.

Nuestros labios encajaban como un rompecabezas y se movían como si fueran uno solo. Sus labios eran suaves y cálidos, transmitían una infinidad de cosas con tan solo tocarlos. Pedí permiso para introducir mi lengua, y accedió, haciendo una batalla campal entre las lenguas de ambos, baje hasta su cuello dejando besos húmedos en el. Sus manos see aferraban a mi cuello, y las mías a su cintura, la cual aprisione con fuerza y presione hacia abajo, para mostrarle lo que producía en mi, esto hizo que de su boca saliese un gemido que provocó que volviese a atacar sus deliciosos labios. Deslice mis manos para quitarle la camiseta del pijama, ella imito mi movimiento quitándome la mía.

-Ne..necesito marcarte.-Mi respiración estaba agitada al igual que la suya, ella se separó excitada y asintió.

-Hazlo, por favor...hazlo.-No espere más y fui a su cuello.

Comencé a darle suaves besos hasta que saque mis colmillo y los clave en su delicado cuello, hundiéndome en el. Notaba la excitación en su cuerpo, y sobre todo en el mío. Una vez que termine de morderla chupe la sangre que caía de el. Me separe para mirarla, sus ojos comenzaban a cerrarse, mientras su respiración se calmaba. La cogi en brazos como a una princesa y la tumbe en la cama, arropándola. Me tumbe a su lado y le abrace por la espalda pegándola en mi pecho.

-Te amo Ian...-Murmuro casi dormida, lo que provocó que mi corazón se acelerase.

-Te amo Trenzas.-Bese su cabeza, e inmediatamente después de estas palabras la misteriosa luz azul volvió a aparecer durante unos segundos, y luego desapareció. ¿Qué será esa luz?

Me levante con cuidado, giré mi cabeza para echar un último vistazo a Trenzas, quien dormía plácidamente. Me encaminé al baño, donde tenía que arreglar unos asuntos con Mini Ian mediante una ducha de agua fría.

Tú mía, Yo tuyo. #MT1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora