Stay With Me (Harry Hook y tú) || CANCELADA

Capítulo 10

Vamos Harry ¿Que somos?

—¿Harry?— Evie esperaba una respuesta.

Harry se quedó inmovil mientras ambas esperabamos su respuesta, a cambio solo recibí un beso tierno y lento de parte de Harry, ¿me gustó? ¡No! ¡me encantó! El me encantaba ¿pero eso respondía la pregunta? Evie y Harry parecían haberse dado cuenta de mi falta de entendimiento.

—Son novios— susurró Evie a mi oído — llegaremos tarde par de tortolos, andando.

—¿A que hora es el desayuno con Ben y Mal?— preguntó Harry.

—A las 8— respondió con completa tranquilidad Evie.

—Espera... ¿me despertaste a las 6 de la mañana para tener que llegar dos horas después?— Evie asintió con su cabeza, miré el reloj viejo que llevaba en mi brazo "06:48" marcaba, faltaba más de una hora y yo no quería estar tanto tiempo frente a un rey que antes me había besado, de hecho me había dado el primer beso.

Harry volvió a enlazar nuestras manos, se lo veía incómodo, pero no quería preguntar ahora que le pasaba.

—Annie, ¿podemos hablar a solas?— aunque dijo mi nombre la pregunta era una orden para Evie alejarse un momento lo cual hizo al instante— No te vi muy cómoda hace un moment...

Sabía a donde quería llegar ¿no querías ser mi novia? Pero en la isla no importa si eres hombre o mujer, si puedes iniciar con fuerza serás el que siempre triunfará. Besé a Harry interrumpiendo sus palabras, el no tardó mucho en corresponder y tomarme por la cintura, fue un momento muy lindo, pero ninguno superaría la noche anterior, esa canción era perfecta, el momento era perfecto, el lugar era perfecto.... y el, él era perfecto.

Podemos decir que Harry el tierno a veces es mejor, pero sigo prefiriendo a ese chico extraño y audaz de la isla, era diferente a los demás, está chiflado y es atractivo en él.

—Nos espera el Hada Madrina, luego tendrán tiempo para ustedes— Harry y yo seguimos a Evie hasta llegar donde estaba el Hada Madrina sentada—

Evie me ayudó a contarle todo al Hada Madrina, Harry se veía más entretenido en la charla, me miraba y luego a Evie y viceversa.

—¿Annelisse?— oh no, no, no, no y doble no, me gustaba mi nombre, era raro y parecía de alguien cruel, ¿pero Annelisse? No y no y mil veces no— ¡Annelisse! Regresaste... pensé que habías muerto como lo dijo tu abuelastra.

—Creo que me quedo con mi nombre— traté de mostrar una sonrisa para no parecer muy desagradable.

—¡Es una gran noticia! De hecho ven, es decir vengan todos, ahora mismo iba a casa de tu madre a desayunar, será el último día que se quedarán en Auradon, luego tu padre y tu madre deben cumplir sus obligaciones como reyes en su reino.

—De hecho iremos con Mal y Ben a desayunar— se escusó Evie. Nos despedimos.

Me sentía extraña, tenía a alguien a mi lado el cual apreciaba mucho, estaba un lugar nuevo, mi nombre no era el que pensaba y mis padres no eran quienes yo creían, es algo dificil de digerir todo esto en un solo día, tenía ganas de tirarme al piso y gritar "trágame tierra".

Caminamos por mucho tiempo y yo caí muchas veces por estos tacones, esperamos hasta que faltaban solo 15 minutos para que sea hora del desayuno, ya se imaginan estar como una hora sin descansar estando en unos tacones enormes.

Llegamos al castillo de el rey, unos guardias nos recibieron y nos guiaron hasta una gigante mesa para ¿mil? personas. Probablemente no tan exagerado pero si era demasiado grande, parecía que había que gritar solo pra que te pasen una cosita insignificante.

Enseguida Ben y Mal se acercaron a nosotros y nos invitaron a tomar asiento, Ben no estaba muy fiado de Harry, Evie empezó a contar mi historia y yo empezaba a aburrirme de la misma historia.

—¿Anniesta? ¿Desde cuando sabías eso...?— Mal fijó su mirada en mí.

— Desde ayer, y de hecho mi verdadero nombre es Annelisse, según el Hada Madrina...— empezé a juguetear con el anillo que me había hecho Dizzy, aquel que tenía el garfio en centro.

Evie y Mal notaron que no me sentía cómoda y de inmediato cambiaron de tema, hablaban sobre Uma, sobre la venganza que había prometido a Auradon.

Toda la mañana en el castillo había estado muy callada, Harry observaba todo lo que hacía Ben ¿para qué? No lo sé, no tenía intensiones de averiguarlo.

Luego le pedí a Ben que me llevara con Cenicienta y el príncipe Enrique. Estaban alojados en su castillo de verano, Evie, Mal, Ben y Harry me acompañaban. Cuando llegamos decidí pasar yo sola y nadie se opuso a mi decisión. Esto sería dificil.

—Hola...— cuando pasé no sabía como saludar... eran de la realeza igual... hice una reverencia para no sonar muy descortez, luego Cenicienta se quedó mirandome de pies a cabeza. Una expresión de nostalgia inundó su rostro— ¿está bien?

— ¡Annelisse!— se abalanzó contra mí y yo solo la abrazé aún sin entender mucho— pensé que habías muerto...

Y así pasaron minutos, horas o años quizá hablando con mi... mamá.

Se podría decir que lo más tenso de todo fue presentarme a Chad, el cual obviamente me rechazó "por haber sido criada en la isla" y porque una tal Audrey no querría volver con él al enterarse de quien era su hermana, obviamente se llevó una reprimienda bastante grande. No me sentía feliz, no me sentía a gusto en ese castillo, pero era un poco de peso menos encima mío, el temor de lo que pasara en ese castillo había desaparecido, pero... aún no estoy decidida si de verdad quiero ser una princesita de la corte, yo no era eso.

Pasaron varios días, Harry había logrado avanzar mucho en cuanto a su carácter... yo y Mal teníamos serios conflictos con los modales y eso, no me sentía cómoda vistiendo vestidos y tener que luchar con la prensa que estaba todo el tiempo detrás mío preguntando sobre mi vida personal y sobre todo "¿que se siente saber que de ser una ladrona pobre, ahora eres una princesa heredera al trono?"

A veces me arrepentía de haber salido de la isla, otras veces solo rogaba que esto no fuera un sueño, las cosas estaban muy complicadas ahora.