"A través de tus ojos"

Mirada fría.

Mario estaba molesto por la actitud de Alonso, incluso yo, me había agradado pero no debió hacer eso. 

- Mario, lo siento, no sabía que haría eso. - Dije frenando. 

Mario suspiro pesadamente.-  No estoy molesto contigo, es solo que.... Ay no se, vamos, no le demos importancia. - Dijo insitandome a seguir caminando.

Dimos la vuelta y nos encontramos con Cecilia... ¿Que hacía ella aquí?

 - Aury, te ves muy linda. - Dijo sonriente.

La mire con ese vestido ceñido rojo carmín, y su maquillaje a juego, me sentí una limosnera a su lado, se veía como toda una gran super modelo.

 - Igual que tú. - Fingí una sonrisa.

 - Vienen a juego que lindos, eso de ponerse de acuerdo para vestir de los mismos colores, me recuerda a nosotros Mario. - Dijo Cecilia feliz.

Contuve el aliento, por más que trate de que no me importará su comentario no pude evitarlo. 

- Tengo que ir al baño. - Dije a Mario mientras me soltaba de su mano y caminaba dirección al sanitario.

Me recargue en el lavabo y respire hondo, su comentario me había echo daño, mire mi reflejo en el espejo y me sentí menos atractiva. El baño estaba vacío así que pude tomar mi tiempo para calmarme, la puerta se abrió y entro Cecilia. 

- ¿Qué pasa querida, estas bien?. - Dijo Cecilia mientras le ponía pasador a la puerta.

Trague saliva y busque opciones de como no responder a sus provocaciones. 

- Sí, gracias. - Dije mientras intentaba pasar a su lado pero me tomo del brazo y me jalo de regreso. 

- Escuchame bien Aury, hagas lo que hagas, seas quien seas, eres una más, te tiene para darme celos, pero realmente solo me dan risa, no te va a durar mucho, de eso me encargaré yo. - Dijo en mi oído. 

- Mario jamás me lastimaria.- Respondí jalandome de su agarre, me soltó y la mire, su mirada era fría como un hielo, no había nada de humanismo en sus ojos azules. 

-¿Puedes estar segura de eso?.- Pregunto. 

¿Podía estar segura de eso? Bueno, diablos esa era una gran pregunta. 

Asentí y salí del baño.

                                                              *** NARRA MARIO ***

Aury salio del sanitario y seguido salio Cecilia, me puse tenso y cuando vi que Aury iba a otra dirección en vez de a mi, me preocupe. Salí en su búsqueda y estaba en el balcón. 

Su mirada fija en la luna... desde donde yo estaba era una imagen gloriosa, aún con la luz de la luna brillaba como un sol. 

- ¿Estas bien?. - Pregunté. 

- ¿Me harías daño Mario?. - Preguntó Aury con un nudo en la garganta. 

- No. - Dije sin dudar, y esa era la verdad.

Suspiro y bajo la mirada a sus manos sobre el balcón, sentí tantas ganas de abrazarla qué no lo pensé, solo lo hice.

La estreche fuertemente a mi, como sí en ello se me fuera la vida, cuando agarro mi saco en puños sentí su pecho subir y bajar supe que estaba llorando, cerré los ojos y pedí al cielo no pensara tanto las cosas, no ahora que comenzaba a necesitarla, se sentía tan pequeña en mis brazos qué no era suficiente. 

- Siento que voy a salir mal de aquí. - Dijo Aury en mi oído, besé su frente y la obligue a mirarme a los ojos. 

- No había amado con tanta fuerza como te amo a ti, es todo lo que tengo Aury, todo lo que te corresponde. - Conteste serio, cerró los ojos y besé sus lágrimas y coloque mi cara en su cuello, podría perderme en ella toda la vida y no sería suficiente.