Un viaje de verano, cuyo objetivo es cambiar de ambiente para conocer lo que hay en otro lugar desconocido, y en el que predominará la diversión. Sin embargo, toda diversión trae consigo un resultado. Este puede ser positivo como negativo, que afect...
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🇧🇷 • Jinyoung•
Hoy el día de trabajo fue como todos los Lunes: sin muchos clientes. Usualmente el primer día de la semana el restaurante está despejado en mi turno; lo turistas frecuentan más los Lunes en la noche. Por motivos de haber poco trabajo, el día pasó más lento de lo normal, o al menos así lo sentí.
Todo el día Jolié estuvo detrás de mí preguntando que día saldríamos, y coordinamos que fuera hoy. Mientras mas pronto mejor. Saldremos a cenar a las 8, y cada vez que entraba a la cocina la veía chequeando el reloj de pared que está frente a la puerta.
Por un momento llegué a sentirme mal por el hecho de salir con ella para que deje de insistir. Sé que le gusto, pero lamentablemente ella a mi no. No es nada racial, mucho menos físico, pues tiene un muy buen físico, es que simplemente no es mi tipo. Aparte es menor de edad aún aquí en Brasil, y como ya dije anteriormente, no quiero tener problemas en un país que no es el mío por motivos de "pedofilia" y esos líos; reitero, tiene 17.
Como había dicho antes, Jolie es voluminosa. Nunca me imaginé que tuviera esa edad, pues parece ya toda una mujer; y sinceramente no dudo que ya lo sea. Según la he escuchado hablar, incluso le dan el paso en bares y discotecas sin pedirle identificación. Sigo insistiendo en que prefiero evitarme los problemas.
Me sorprende que la dejen trabajar aún siendo menor de edad, al parecer en ese aspecto aquí no son tan estrictos.
Mi reloj de muñeca pitó, anunciándome que era hora en punto: las 6. Hora justa en que terminaba mi turno. Me quité el delantal y lo guardé, luego fui al baño y me lavé las manos y la cara.
Al salir del baño tomé mi teléfono del cajón, y me despedí de todos. Sin más vueltas, caminé de camino a la salida.
—Nos vemos en un rato.—Escuché a Jolié decir detrás mío. Al darme la vuelta, la vi sonriendo y despidiéndome con las manos. Le sonreí y asentí con la cabeza.
Cuando iba saliendo del local, vi un letrero frente a la puerta, que decía que necesitaban empleados.
Mi ceño se frunció ya que nunca había escuchado a Raúl hablar acerca de una vacante. Tomé la hoja que estaba pegada anunciando la vacante, y volví a entrar al restaurante. Me dirigí directamente a la cajera, y le sonreí. —Rossy, cuando veas a Raúl dile que tengo una persona que necesita el trabajo.—Dije mostrándole el papel, y ella asintió. —Dile que no consiga a nadie hasta que la traiga, ¿Okay?—media sonrisa se formó en mi rostro.
—Perfecto. Mientras menos trabajo para mí, mejor. —Rió, pues ella es quién "entrena" a las personas que entran a trabajar.
Reí levemente y me despedí.
Salí del restaurant, y comencé a caminar directo hasta el hostal. Aún estaba de día, pero ya el sol se ponía. La temperatura estaba agradable: ni mucho frío, ni mucho calor.
