Un viaje de verano, cuyo objetivo es cambiar de ambiente para conocer lo que hay en otro lugar desconocido, y en el que predominará la diversión. Sin embargo, toda diversión trae consigo un resultado. Este puede ser positivo como negativo, que afect...
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🇧🇷 ○Sooyun○
—¿Lista?— Preguntó Soomin entrando a mi cuarto.
Terminé de darle pequeños retoques a mi maquillaje. Antes de ponerme el pinta labios di unos pasos hacia atrás para ver como me veía con la ropa y el maquillaje. Perfecto. Llevaba puesto un vestido corto negro escotado en toda la espalda, y unos tacones negros.
Volví a acercarme al espejo y tomé el pinta labios que usaría. —Ya casi.—Comencé a pintarme la boca.
Me miré nuevamente al espejo, arreglé un poco mas mi pelo, y sonreí. Me encantó como quedé. —Lista.—Dije mirando a Soomin aún sonriendo. Tomé mi cartera, y salí detrás de Soomin.
Salimos del apartamento, y yo puse llaves a la puerta.
La noche es joven, y estaba mas que lista pasa salir a bailar. Eran las 11 de la noche, y no había mejor sitio para ir que a mi discoteca favorita. Tienen muy buena música, y el ambiente es justo como me gusta. Alegre.
Llegamos al lugar, y al entrar la exageradamente alta música retumbó en nuestros oídos causando que mi cuerpo comenzara a moverse inmediatamente. Hice camino entre todas las personas para poder llegar al bar, y allí ordenamos que tomar. Yo pedí un Cuba Libre para empezar no muy ligero, y Soomin ordenó una Sangria.
Al ver lo que ordenó me acerqué a su oido.—Hoy puedes beber todo lo que quieras, te cuidaré.
Sólo si anda conmigo puede pasarse de tragos. Temo que le vuelva a ocurrir lo que con Jaebum.
Tomé un sorbo de mi trago, y me estremeció ya que lo sentí muy fuerte. El primer trago siempre lo es.
La música cambió, y no dudé ni un segundo en salir a la pista de baile, no sin arrastrar a mi hermana conmigo. Esta noche es nuestra. Nos divertiremos juntas.
Pasé entre la multitud sin dejar ir la mano de Soomin, hasta encontrar un espacio entre la gente en que pudiéramos bailar. Al encontrar el lugar perfecto di otro sorbo a mi trago y comencé a bailar al ritmo de la música mientras ella me seguía los pasos. Ella en este momento no estaba nada tímida. Eso me gusta. Al parecer se está soltando un poco mas.
De repente sentí un chico acercarse a mí pidiéndome que bailáramos. Era un chico moreno, alto y con una sonrisa tremenda. Yo negué con la cabeza, y la señalé.
El chico tomó la iniciativa, y yo me eché a un lado para darles espacio. Noté que lo dudó, pero sin darle tiempo a negarse, el chico la acercó a su pecho.
La miré con una sonrisa. Y al encontrarme con la mirada suya en mi, le guiñé un ojo.
Seguí bailando sola, mientras daba pequeños vistazos al chico y mi hermana. ¿Esa es Soomin? Vaya, ¡si que se soltó mi hermana!
