Una salvación llamada Tim (Sexta parte)

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Después, cuando atravesé unas enormes máquinas y llegué al lugar donde solía sentarme a escribir, me vi allí sentada. Es decir, a otra yo.

O era otra yo, o era otra persona idéntica a mí. Pero el caso es que ahí estaba, sentada y rodeada de hojas escritas.

No pareció percatarse de mi presencia.

Me giré para buscar al Doctor. Lo encontré detrás mía.

-Mira, soy yo. - Dije.

-Sí, ya lo sé. Ven, he encontrado algo más interesante aún.

Me cogió de la mano y tiró de mí. Pero con mi torpeza, di un traspié. Intenté agarrarme a la balda de una estantería pero estaba mal colocada y calló al suelo haciendo un ruido metálico. El Doctor me mandó callar y consiguió sujetarme antes de que cayera al suelo.

De pronto, encontré a mi reflejo caminando por nuestro lado. Estaba buscando el causante del ruido metálico.

El Doctor me tapó la boca para que no hablara y me hizo un gesto para que me estuviera quieta. Cuando mi otra yo se alejó, se acercó mucho a mí y me susurró.

-No puede vernos pero puede oírnos. Esto es una recreación del pasado, de cuando encontraste la TARDIS y me encontraste a mí. No hagas ni digas nada. Si alteras el pasado, cambias el futuro, ¿lo entiendes?

Yo asentí.

-Estupendo. Ahora escúchame. Cuando nuestros reflejos se alejen, nosotros correremos y entraremos en la TARDIS. Con un poco de suerte, el laberinto no contaría con ella, de modo que no sabe que podemos salir de aquí a través de mi nave.

De pronto, se escuchó el sonido que hace la TARDIS al despegar y desapareció la luz.

-Ahora mismo mi reflejo está llevando a tu reflejo a Belicia, ¿recuerdas?

-Sí. ¿Volveremos algún día a aquel lugar?

-Primero intentemos escapar de éste.

Esperamos un largo rato hasta que la nave azul volviera a aparecer. Me volví a fijar detenidamente en el Doctor.

¿Quién era exactamente? Al principio me encontraba muy extraña e incómoda a su lado, pero poco a poco me sentía más segura. Desde que prometió sacarme de allí, le tenía una gran admiración.

Suspiré. Bueno, eso si conseguíamos salir de allí.

A los pocos minutos después, volvió a escucharse el mismo sonido de la TARDIS al aterrizar y de nuevo una luz parpadeante iluminó la sala.

-Ahí está nuestra salida.- dijo- Ahora solo hay que esperar a que se marchen.

Yo me quedé pensando un rato y pregunté:

-¿Dónde nos llevará la TARDIS?

-A este mismo lugar pero al pasado. Concretamente, al pasado de hace cuatro horas.

-¿Y no has pensado que al llegar encontraríamos la TARDIS del pasado y entonces habría dos TARDIS?

El Doctor parecía sorprendido, supongo que no pensaba que una pregunta inteligente saliera de mí.

-Buena pregunta, pero ya lo había pensado. Al llegar, la TARDIS que nos ha llevado al pasado desaparecería porque ese futuro nunca llegaría a existir, ¿lo entiendes?

Lo miré fijamente y respondí:

-No, pero suele pasarme con la mayoría de cosas que dices. Así que no tiene importancia.

Me miró por un segundo y luego sonrió.

Y esa sonrisa se me clavó en los ojos.

De pronto se escucharon pasos alejados. Era nuestra señal.

Llévame contigo (Doctor Who)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora