Sácame de aquí (Séptima parte)

656 63 1
                                    

-¡No podemos salir! ¡estamos atrapados aquí abajo! Sí, ya es demasiado tarde y ahora tienes que ayudarme. Tenéis que solucionar mi problema, como siempre hacéis, pero esta vez te necesito de verdad.

El comunicador perdió la señal, pero el Doctor le dio un golpecito y la recuperó milagrosamente.

-Escucha, Tim- intervino el Doctor- Tienes que hacer todo lo que yo te diga.

-¿Quién eres tú?

-Soy el Doctor.

-¿Doctor qué?

-Tim.-interrumpí yo- Cállate y escucha.

El Doctor se dirigió hacia mí.

-El comunicador no podrá seguir manteniendo mucho tiempo la señal, tenemos que ser rápidos y no perder ni un segundo.

Yo asentí. Más valía hacerle caso.

Respiré hondo y hablé de nuevo con Tim.

-Escucha, pequeño. Estamos en una situación peligrosa y estamos solos. Papá no vendrá a salvarnos, como siempre hace. Tim, ahora te toca a ti ayudarme a mí.

Tim pareció suspirar un segundo.

-Te ayudaré, Wanda. Claro que te ayudaré.

Me relajé un poco.

-Estupendo Tim, ahora escucha al Doctor.

-Wanda, -intervino el Doctor- necesito que te comuniques de nuevo con la interfaz.

-¿Qué interfaz?

El Doctor se giró bruscamente hacia mí.

-La interfaz con la que has hablado antes.

-No me acuerdo de haber hablado con ninguna interfaz, Doctor.

-Oh, Dios santo. Estás perdiendo la memoria por culpa de este sitio, Wanda. Te está controlando.

De pronto no recordaba quien era aquel hombre. Parecía un poco alarmado.

-Espera, ¿quién eres tú?

-Soy el Doctor.

-¿Por qué te llaman así?

-Eso entra en la carpeta de 'preguntas estúpidas para cuando estemos a salvo'.

-Vale, Doctor. ¿Qué hacemos aquí?

-¿Cuál es el último recuerdo que guardas, Wanda?

-Estaba en la cubierta superior mirando por una ventanilla y de pronto me he despertado aquí, contigo.

El Doctor suspiró.

-Tenemos un gran problema. -Declaró.

-Doctor, -interrumpió la voz de mi hermano- ¿qué ha pasado?

-Wanda está perdiendo la memoria.

-Estupendo, ¿qué más puede salir mal?

Observé al Doctor. Estaba intentando pensar con claridad pero no lo conseguía.

-¿Por qué estamos aquí? -Dije.

-Estábamos intentando despistar a los ángeles y ahora estamos encerrados aquí. -Contestó, sin apenas mirarme.

-¿Ángeles?

-Hay que salir como sea. -Finalizó.

Yo estuve pensando largo rato pero ni siquiera recordaba mi nombre.

-Wanda, la interfaz. Por favor. Habla con ella. -Me interrumpió el Doctor.

Le dirigí una mirada dudosa.

-¿Pero cómo nos comunicamos?

-Llámala.

Yo pensé por un momento.

-Eh... ¿in...interfaz?

El techó se iluminó.

'Estoy aquí, Wanda'

-Anda, qué curioso.

Me pareció ver al Doctor sonreír.

-Ahora tienes que decirle que acceda al sistema de datos del ordenador de la bodega y lo desactive todo, ¿entendido?

-No.

-Tú solo tienes que decirlo.

Obedecí y me limité a repetir las órdenes del Doctor.

-Interfaz, necesito que accedas al sistema de datos del ordenador de la bodega y lo desactives todo.

La interfaz apareció.

'Accediendo a la base de datos...'

El Doctor se apresuró a pulsar varios botones del comunicador de mi muñeca.

-Tim, ¿sigues ahí? -Dijo.

Se oyeron de nuevo ruiditos y mi hermano contestó.

-Sigo aquí.

-Ahora necesito que tú le facilites a la interfaz tus coordenadas.

-Eh... creo... creo que podré hacerlo.

-Estupendo. Luego tienes que decirle que cuando este lugar desaparezca nos envíe a las coordenadas que acabas de darle.

'Desactivando sistema...' Dijo de pronto la interfaz.

El Doctor cada vez se movía más rápido.

-Por favor, que esto funcione... -Dijo.

Mi hermano volvió a hablar.

-Ya está, tiene mis coordenadas.

-He pensado que la interfaz podría borrar todos los datos de este sitio y luego enviarnos a tu posición actual, ¿crees que funcionará?

-No estoy seguro, tened mucha suerte.

El Doctor no parecía estar para nada convencido de su plan.

'Archivos eliminados. Todos los datos desaparecerán en 3, 2, 1...'

El Doctor me agarró de la mano.

-Cierra los ojos.

Yo los cerré inmediatamente y apreté su mano.

De pronto, una luz azul me atravesó los párpados y sentí un viento helado a mi alrededor que me azotaba la cara. El pelo se me alborotó y estuve a punto de caerme al suelo por la sacudida.

El viento cesó y noté una brisa cálida alrededor. Aún no me atrevía a abrir los ojos.

El Doctor, que estaba a mi lado, me acarició la mejilla y yo abrí los ojos lentamente.

-¿Dónde estamos? -Pregunté atónita.

-Fuera, de nuevo.

Ahora lo recuerdo. Ahora recuerdo todo. ¿Cómo olvidar la agradable brisa del exterior? Estábamos de nuevo en aquel precioso planeta, en Belicia.

Abrí los ojos completamente y observé a mi alrededor. No podía creer que volviese a estar fuera.

-He salido...he salido de nuevo de la nave.

El Doctor me miraba curiosamente. Al instante después, me agarró de la mano y me empujó hacia atrás.

-Vamos, hay que volver.

Al darme la vuelta encontré la preciosa TARDIS, tan imponente como siempre. Entré en ella y suspiré profundamente.

Llévame contigo (Doctor Who)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora