Capitulo 19.

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"Te pertenezco"

4:17 pm [Veintitrés horas cuarenta y tres minutos antes de la boda] {Diecinueve horas cuarenta y tres minutos antes del juicio}

Oh maldición su cabeza dolía como si le se la hubiesen golpeado repetidamente con un martillo, intentó mover su cabeza, pero no pudo hacerlo. Algo estaba temblando junto a ella. No, no algo. Alguien. James. ¿Qué había sucedido? ¿Qué sucedía con James? ¿Por qué temblaba? Como un rayo, las respuestas llegaron a su mente. Ronald…

¿Y James? ¿Qué sucedía? Intentó ver su rostro pero estaba enterrada en su cuello. No estaba llorando, pero estaba temblando, como si  no tuviera la fuerza de hacer algo más. Pero no tenía la fuerza para hacer algo más. Y dudaba poder hacer algo. Natalie levantó la mano y acarició el cabello rubio cenizo de James, era tan suave que se resbalaba entre sus dedos y se sentía como seda. Aspiró el olor de James. No sabía exactamente lo que era ¿loción? ¿Perfume? ¿Desodorante? No importaba, olía tan bien que dejó de pensar en lo que ocurría a su alrededor. Y entonces abrazó a James, lo rodeó como pudo con sus pequeños brazos y le dio un beso en el cabello, lo que era raro, podía recordar la última vez que había hecho algo así. Fue un día antes de que Jake muriera, cuando sus padres fueron a ese viaje de negocios. El había estado tan triste ese día. Así que ella lo abrazó y le dio un beso en el cabello, mientras le decía que todo iba a estar bien. Pero no fue así.

Así que después de haber besado el cabello de James le susurró con voz suave:

—“Todo va a estar bien” — incluso aunque ella sabía que eso podía no ser verdad, porque Ronald la había encontrado, sabia donde estaba. Y ahora estaba segura de que volvería por ella. James respiró profundamente intentando calmarse, su respiración se normalizo, su corazón comenzó a latir a un ritmo un poco más normal y su cuerpo dejo de temblar. —“Todo va a estar bien Alex” — volvió a repetirlo una y otra vez.

—“No” — susurro él con voz ronca —“Te encontró… no” — susurró abrazándola aún más.

—“Pero eso no significa que va a venir por mi” — acaricio su mejilla —“Probablemente este en prisión antes que eso pase” — pero ella sabía que no era cierto, ella sabía que el vendría por ella antes de que estuviese en prisión ¿Qué le dio la fuerza necesaria para decirle esas palabras a James? 

—“Tengo miedo” — admitió por segunda vez —“Acabo de encontrarte y no puedo perderte ahora” — se alejo de ella y la miro a los ojos—“… no puedo perderte cuando acabo de encontrarte… cuando me hiciste encontrarme a mí mismo” — puso su frente contra la de ella —“. Yo…”—tragó fuerte —“Ya perdí a alguien una vez… ella fue lo que yo creí mi primer amor… ahora sé que no era amor, al menos no amor real. Ella me engañó seis meses después de que iniciamos nuestra relación. Creí que la amaba, creí que ella me amaba. Qué estúpido era en ese entonces. Entonces decidí que no dejaría que nadie más me dañara… lo cual debo decir que ahora suena demasiado femenino” — hizo una mueca —“Pero pensé que si evitaba conocer a alguien más… evitaría el dolor de tener el corazón roto… porque incluso cuando no fue amor de verdad… ella rompió algo en mi” — susurró las últimas palabras —“. Algo que tú arreglaste… no puedo perderte ahora que te tengo. No te vayas” — susurró de nuevo —“No te dejaré ir… Te pertenezco” — ella aguanto la respiración —“Todo de mi te pertenece. Te protegeré aunque sea lo último que haga, aunque sea lo único que haga durante toda mi vida… aquí estoy. Si tú me quieres. Estoy enamorado de ti.”

—“James” — ella susurró —“Te quiero para mi” — acerco su rostro al de él. Sus narices tocándose, sus labios rosándose, sus respiraciones mezclándose y atrapados en los del otro. Sus ojos se cerraron unos segundos después y ella puso sus manos alrededor de su cuello, las de él se apretaron aún más en su cuerpo. Sus pechos subiendo y bajando al mismo tiempo.

Fue ella quien lo beso a él. Fue él quien profundizo el beso. Sus labios moviéndose al mismo tiempo en una única danza, las manos de él acariciaron su cuerpo. Ella movió sus manos al cabello de James y lo acarició. Algo explotó dentro de ellos y continuaron besándose. Los labios de ella eran tan suaves como un par de plumas, se sentían tan bien contra los de él que eran perfectos. Pronto ella estaba sentada sobre él y nunca dejaron de besarse. Se sentía… correcto. Se sentía como una primera vez besando. La primera vez que recibían algo más. Las sensaciones en sus cuerpos eran indescriptibles. Y lo mejor fue lo que ella dijo después. Separándose de James solo para decir:

—“Te amo James” — susurro mientras se ponía cerca de sus labios de nuevo, apretó contra ello una vez más antes de agregar: —“Mi corazón te pertenece” — el no se movió por medio segundo. Lo mejor vino después.

—“Yo te amo aún más” — dijo mientras sostenía a Natalie más cerca de él. Formando uno solo. —“Quédate conmigo ahora”

—“Me quedare contigo siempre” — susurro sobre sus labios, el sonrió, lo que hizo que aquello fuera más intimo, mejor. Mucho mejor de lo que alguna vez había experimentado.

Sin embargo eso no era más que una despedida.

El chico de la bibliotecaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora