Capitulo 20.

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"Dos lineas"

11:57 am [Cuatro horas tres minutos antes de la boda] {Tres minutos antes del juicio}

¿Cómo se respiraba? Ah, es verdad. Inhalabas y exhalabas. Allí sentada y con las manos sudorosas comenzó a respirar por la boca, se seco las manos en el vestido azul obscuro que estaba usando para el juicio, que resultaba ser en tres minutos exactamente. Sus padres y James estaban dentro pero ella había decidido salir a tomar un poco de aire. Las pocas personas que se encontraban allí dentro le ponían los nervios de punta. No dejaban de mirarla. Ni siquiera su mejor amiga dejaba de mirarla como una estúpida. Y sabía exactamente lo que ella quería decirle “te lo dije” Y bueno, no podría decirle nada, porque se lo había dicho, no solo ella, también Marie, incluso algunas personas con las que hablaba ocasionalmente le decían algo como: “Ten cuidado con el chico Jansen” “No creo que te convenga” “El tipo es un imbécil” Bien, recordando eso ahora se sentía bastante estúpida. Pero aún así no podía dejar de pensar en la mirada de desaprobación que su mejor amiga le había dado ayer por la noche, cuando le había contado todo lo que había estado sucediendo con Ronald. Y después la mirada enfadada que le había dado. Creía que su amiga iba a abrazarla y decirle que todo estaría bien, “el imbécil estará pronto en la cárcel” pensó que le diría. Sin embargo, pasó algo incluso más doloroso que el que le dijera: “Te lo dije” porque no había dicho nada la noche pasada. Solo se retiro enfadada y no habían vuelto a hablar esa mañana cuando le había dado un saludo seco. Incluso había intentado abrazarla o algo. Ella no respondía. Miro su teléfono celular una vez más. 11:59. Suspiro pesadamente y se dirigió a la sala en la que se iba a dar su juicio en menos de un minuto. Esperó no lucir demasiado alterada y por fin entro. Todos en la sala se habían volteado a verla, aunque no eran muchas personas (sus padres, la madre de James, Harry, Ashton y su novia, Izamar, James, una persona que no conocía y un policía perezoso) pero todos la miraron como esperando algo, del lado derecho estaban sus padres con las miradas secas, esto sería solo negocio para ellos, habían dicho, no dejarían que sus sentimientos de padres, se interpusieran en lo que harían y dirían ese día. James estaba sentado justo detrás de ellos, junto con los demás. Del lado izquierdo, solo se encontraba un abogado larguirucho que ella supuso el estado había dado a Ronald… pero él no estaba. Quizá llegaría después de ella. “O quizá esta detrás de ti” su voz le dijo en el interior. Solo para cerciorarse de aquello se dio la vuelta lentamente, pero no había nadie. Continuó su camino a sus padres y se sentó junto a ellos, su madre tomo su mano tranquilizadoramente. Reviso la hora en su teléfono nuevamente. 12:02. Ronald no llegaba. Un minuto después llego el juez. Todos se pusieron de pie. Y la voz del juez sonó bastante brusca.

—“¿Dónde está el acusado?” — su voz retumbó en toda la sala. Nadie dijo nada, el juez hizo una seña al abogado del acusado y este se acerco. Hablaron un par de segundos antes de que el abogado nervioso volviera a su lugar. El juez se sentó en su silla y todos le imitaron después. La sala se puso en silencio de nuevo.

Unos dos minutos después el juez llamo al policía que estaba en la sala. Hablaron por diez segundos y después el asintió con la cabeza y salió de la sala. 

Todos se quedaron quietos, nadie dijo nada, la madre de Natalie apretó su agarre en la mano de su hija, era demasiado obvio que estaba nerviosa. No importaba cuan buena abogada era, estaba tan nerviosa que podías verlo a tres kilómetros de distancia. El padre de Natalie estaba quieto como una fría roca y la mirada aún más fría en sus ojos revelaba que no dejaría que el acusado saliera libre de esa sala después del juicio. Sí, siempre hacia bien su trabajo. Pero al ser personal lo iba a hacer incluso aún mejor. Mejor de lo que todos esperaban.

Unos quince minutos después el policía perezoso volvió a la sala. Estaba algo nervioso, se acerco al juez e iba a hablar en voz baja pero fue interrumpido por el Sr. Hiragizawa.

El chico de la bibliotecaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora