Capítulo 8: Un poco de gris en un mundo de rosa

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—Baekhyun, tómate el biberón o te quito Sailor Moon —se vio obligado a a amenazarle Junmyeon tras ver que con este no había bebido su leche.

El chibi de pelo rosa dejó escapar un pequeño gimoteo y tras fruncir el ceño finalmente empezó a beber su desayuno. ¡Por nada del mundo se iba a quedar sin saber que iba a ocurrir en el siguiente capítulo!

—¡Chanyeol no te metas tantos cereales en la boca! —Suho regañón volvió a atacar (si es que siquiera se había ido) al ver al chibi meterse de una dos cereales en la boca.

A veces los desayunos podían ser un poquito tediosos. Y no era porque Suho no supiera que darles de desayunar, eso lo tenía claro —leche calentita para Baekhyun, un bol de cereales con leche para Chanyeol y chocolate con leche para Jongdae—. El "problema" era que los chibis, al fin y al cabo, seguían siendo niños. Y por tanto se quejaban si la leche quemaba demasiado, si no podían tomar más cereales o si no querían beber de aquel biberón; y acaban haciendo berrinches y llorando y chillando y actuando como cualquier bebé de dos años haría.

Su alivio de aquel día era que Minseok no hizo nada de aquello y se bebió la leche que le había puesto con gusto.

—Ya me voy. —Kris dejó su taza en el fregadero y le dio un beso de despedida a su pareja. Uno corto pero suficientemente largo para que Suho percibiera su aroma a café—. Nos vemos luego, adiós pequeños trastos.

Cogió su maletín y abrió la puerta, desapareciendo tras esta en un abrir y cerrar de ojos.

—Bueno, terminar de desayunar y vestiros, que hay que ir al médico.

—¿Por qué? —replicó Chanyeol con la boca llena (otra vez) de cereales.

—Solo para ver que Minseok está sano, pero yo estoy seguro de que es un fuertote, ¿verdad? —respondió Suho acariciando al nombrado. Minseok agarró con sus manitas el dedo índice del mayor y asintió.

Junmyeon no tenía claro si el asentimiento había sido por sus palabras o porque le gustaban sus caricias.

~❀~

Después de media hora se encontraban camino a la clínica. El día era soleado y se empezaba a notar como las temperaturas comenzaban a subir. Las calles empezaban a vestir con orgullo sus verdes más saturados y los negocios por fin podían sacar a la calle las mesas y sillas, atrayendo así a los turistas más madrugadores. Suho vio a unas niñas de piernas delgadas y cabellos largos corriendo calle abajo, sujetando con una mano sus maletines y con la otra sus sombreros color mostaza (parte del uniforme escolar). Aquello le hizo recordar que tenía que comprar un sombrero más. Esa misma mañana Baekhyun quiso que todos llevaran sus sombreros a juego, sin embargo, y al obviamente no tener uno para Minseok, Jongdae insistió en que "si no lo llevaban todos, no lo llevaba ninguno".

Empujó con cuidado la puerta, y notó como Minseok corría al borde de la cesta para poder ver aquel curioso lugar al que le llevaban.

«Todo esto debe de ser tan extraño para él...» pensó el chico de la cabellera rubia, esperado de corazón que tanta gente y aparatos no abrumaran a su nueva adición a la familia.

La noche anterior llamó a Seokhyun —un tanto avergonzado por llamar tan tarde— y preguntó si tenía alguna hora libre el día de mañana. Tras contarle la situación el doctor aseguró poder hacerle un hueco por la mañana, porque "la salud de los chibis nunca puede esperar".

Junmyeon no podía estar más agradecido de saber que sus bebés habían estado en manos de aquel doctor y en que siempre podía confiar en él.

La figura de Seokhyun apareció en el umbral de la puerta y, con una sonrisa digna del día que era, invitó a Suho a pasar a su despacho.

ちび (Chibi)♡ {EXO}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora