Capítulo 4: Chanyeol y Baekhyun

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Si tuviera que definir con una palabra a esos dos pequeños demonios, sin duda la elegida sería escandalosos, aunque también estaban en la lista traviesos, desastrosos, juguetones, gritones y demás adjetivos que no quería recordar.

—Si me voy, ¡Chanyeol se viene conmigo! —chilló el pequeño abrazando a su compañero con excesiva fuerza.

Suho no dudó un segundo, ya sabía que aquel gigantón —al menos gigantón comparado con el tamaño estándar de los chibis— era «Chanyeol».

—Por favor señor, no se lleve a Baekhyun. Ya sé que es muy bonito pero yo lo quiero mucho y no quiero separarme de él —dijo el otro chico, "Chanyeol". Aquellas sencillas palabras estrujaron el corazón del rubio, entristeciéndolo de manera brusca.

Había vuelto otra vez más al centro, Jongdae se tenía que hacer el seguimiento y, tras terminar las pruebas, permitió al pequeño ir a visitar a sus amigos, ¿cómo se iba a negar? Aquel bebé le ablandaba el corazón de una manera inimaginable.

Él también había aprovechado para preguntar alguna que otra cosa a los enfermeros, anotar todos los datos acerca del cuidado de los chibis que pensaba que podría olvidar y, como no, a jugar con estos.

Fue una peculiar risita la que le llamó la atención, buscó entre todos los pequeños que jugaban, chillaban y corrían hasta que lo encontró a él. Un chibi pequeñito de pelo rosa como un algodón de azúcar, piel blanca y manos delgadas. Siendo sinceros, aquel chibi era muy bonito, ¿por qué habría acabado allí?

Aunque a decir verdad, ningún chibi merecía acabar en la calle por hermoso que fuera.

—Baekhyun, Chanyeol, debéis comprender que no podréis estar siempre juntos. Llegará un día en el que os adopten y, seguramente, no os llevarán a los dos. Chanyeol, deberías de alegrarte de que alguien le quiera dar mucho cariño a  Baekhyun, no pedirle que no se lo lleve —le "regañó" uno de los enfermeros que cuidaba de los chibis.

—¡Pero yo le puedo dar mucho cariño! —lloriqueó el más alto.

Suho esbozó una triste sonrisa al oír aquello, aquellos dos pequeños si que se amaban con locura.

Había estado jugando un buen rato con Baekhyun hasta que más tarde este pidió con su dulce voz que si podía llamar a su mejor amigo. «Claro que puedes, Baek», respondió con una sonrisa.

Por alguna razón que todavía no llegaba a comprender, su "mejor amigo" pensó que se lo quería llevar a casa y entonces empezó aquel raro debate que lo único que hacía era hacer sentir mal a Suho. Él quería llevarse a Baekhyun a casa, era tierno, juguetón, adoraba cantar y pensaba que podría ser muy buen amigo de Jongdae, pero ahora no estaba tan seguro de querer llevárselo a casa.

No podía separarlos, simplemente no podía.

—Chanyeol, no contestes.

Y al parecer el enfermero no notó como los ojos de Baekhyun se llevaban de lágrimas, este bajó el rostro y tiró suavemente de la manga del jersey de su mejor amigo. Chanyeol al darse cuenta de esto se giró y le abrazó muy fuerte.

—Oh Dios, no, no, no —se vio obligado a interrumpir Suho—. Pequeño, no llores por favor... ¡O-os v-voy a llevar a los dos a casa!

Y no sabía en qué momento su cerebro tomó tal precipitada decisión, ¡se iba a llevar a dos chibis a casa! Ni siquiera estaba en sus planes llevarse a uno cuando llevó a Jongdae a la revisión.

Era tan horrible ver a un chibi llorar, y lo peor es que era la segunda vez que ocurría. ¿Por qué siempre hacía llorar a aquellas inocentes criaturas? Se sentía como el peor de los monstruos.

ちび (Chibi)♡ {EXO}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora