«¡Baekhyun no deja de darme patadas cuando duerme!»
Aquella frase se había convertido en un rito todas las mañanas. La pareja sabía que tenían que ir a comprar una cama, ropa y todas las cosas que Minseok necesitaba cuánto antes. No obstante, aquella semana había estado llena de tareas para ambos y el tiempo se había resumido a cero. Suho se sentía mal por Jongdae, sabía lo que era compartir cama con alguien que se mueve tanto mientras duerme —cuando iban a casa de su abuela él siempre tenía que compartir la cama con su hermana, la cual aparentemente hacia Kung Fu mientras dormía— pero no pudo hacer nada.
Kris iba de arriba a abajo en conferencias y reuniones de trabajo. Además, su alergia al polen le hacía llegar todas las tardes cansado y con los ojos rojos, cayendo dormido en el sofá hasta que su novio lo despertase a la hora de la cena con un "cariño, he hecho sopa calentita". Él tampoco tampoco fue menos, al tener que salir antes del trabajo para hacer los papeles de la adopción se le acumularon bastantes tareas y aquella semana todo había sido muy agitado.
¡Pero por fin era viernes! Y el sol y las temperaturas parecían haberse dado cuenta, porque la mujer del tiempo predijo un fin de semana despejado y con temperaturas que iban a obligar a la gente a dejar las chaquetas dentro de casa. Pese a las convincentes palabras de la mujer, el rubio guardó unos pequeñitos jerséis en sus bolsillo. Cuando el Sol desaparecía las temperaturas bajaban y desconocía cuando iban a volver a casa.
«¡Parece que el verano tiene prisas por venir!» pensó para sus adentros el rubio platino cuando salieron a la calle. ¡Y tan solo era finales de abril! Pareciera que las lluvias hubieran dejado paso al piar de los pájaros y las hojas verdes de las plantas.
Eran las cinco y media de la tarde, Suho salía antes del trabajo los viernes y, para su sorpresa, al llegar a casa sus niños ya estaban esperando con su ropa de calle puesta y con un Yifan vestido con ropa casual, algo que extrañaba puesto que se estaba acostumbrando a verlo en su traje gris. El rubio solo tardó unos minutos en cambiarse y al rato ya estaban andando por la calle camino a "Chibiworld".
¡Chibiworld, número uno en atención a las necesidades de los chibis!
¡Todo lo que necesite está aquí mismo!
¡Oferta semanal: lleve tres mochilas y pague solo dos!
Todos los gigantescos carteles de más de tres metros de altura ofrecían la bienvenida a la tienda. Chibiworld abrió hace más o menos un año, cuando el boom de los chibis ocurrió. La tienda más grande de toda Corea del Sur especializada en chibis abrió en un centro comercial del centro de Seúl, llamando la atención de los amantes de los chibis y de los curiosos que se acercaban para ver de que trataba todo aquello.
Si Suho tuviera que describir la tienda en una palabra probablemente la ganadora sería "gigantesca". ¡Parecía un centro comercial dentro de otro centro comercial!
En la entrada había un grupo de chicas y chicos jóvenes que repartían pulseras a los chibis. La pareja se acercó al puesto y preguntaron para que eran aquellas pulseras.
—¡Son para localizar a los chibis! —respondió una chica de pelo corto con una camiseta azul cielo—. Le ponemos una a su chibi y se conecta el sensor a su móvil por Bluetooth. Si pierde de vista a su chibi lo único que tiene que hacer es darle a "seguir rastro" y le aparecerá donde se encuentra su chibi exactamente. ¡La tienda es demasiado grande y queremos evitar sustos!
—Wow, qué inteligente —respondió Suho. No había pensado en eso, por naturaleza los chibis eran curiosos y bastante rápidos, cabe decir; así que tenía sentido que una tienda tan grande tomara ese tipo de medidas.
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ちび (Chibi)♡ {EXO}
FanfictionLos chibis habían conquistado el corazón de millones de personas en toda Asia, pero habían sido diez en concreto los que enamoraron completamente a la pareja. ¡Acompaña a Suho y a su novio Kris en la aventura en la que se lanzan tras adoptar a Jongd...