Capítulo 10: Parque Güell

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27 de Mayo. 8:06am.

Me levanté activa, motivada, feliz. Me vestí con un jean negro, unas Adidas blancas, y un jersey rosa; como complemento una bufanda blanca pues la mañana refrescaba, y una pequeña mochila rosa, adecuada para llevar cuatro cosas contadas pero bastante cómoda. Me hice ondas en el pelo, me maquille muy levemente, apenas la base y eye liner negro.

-¿Alguien se levantó de buen humor? -preguntó Vicky riendo, algo raro puesto que tiene muy mal despertar. Yo asentí extrañada por su comportamiento y me hice una foto para el Instagram y Facebook. Vicky se levantó y se vistió invernal, su look fue acompañado por un gracioso gorrito gris con una carita.

Tocaron levemente la puerta y abrí, ahí estaban Paul y Sergio ya vestidos. Sonrió al ver a Carmen.

-¿Enserio? ¿Aún duerme? Con lo tardona que es llegará tarde -dijo y yo reí por su encanto. Se acercó despacio a su cama y se sentó junto a ella. Le retiró el pelo de la cara y empezó a repartirle besos a la par que le hacia cosquillas por debajo de la sábana.

-Buenos días enana -le dijo y ella se echó a un lado y se dio media vuelta.

-Dejadme dormir -dijo y yo empecé a reír.

-Si es lo único que haces en la vida. Dormir.

-Menos bullying hacia mi persona -dijo. Se dio la vuelta y se acurrucó con Paul. Él enternecido besó su pelo y acarició su brazo. Está a dos minutos de quedarse dormida de nuevo, ¡como si no la conociera!

-Nosotros nos vamos que llegamos tarde -habló Vicky saliendo del baño. Se metió el jersey por dentro del vaquero celeste y ató bien sus converse blancas.

-¿Me esperas? -miró Carmen a Paul y éste asintió. Nos despedimos y bajamos.

Al igual que ayer, colocamos las mesas, cogimos los desayunos y no sé porqué pero, me metí en el Instagram de Dani, empecé a ver sus fotos, Danielo...tuve la oportunidad de tenerte al lado y no la aproveché...Decisiones incorrectas que solemos cometer a lo largo de nuestra vida, y esta, había sido la más estúpida de mis cortos diecisiete años de vida.

-Andrea, ¿me estás escuchando? -preguntó Sergio.

-No, perdón, ¿que decías? -dije saliendo de mi trance.

-Que hoy nos toca el Parque Güel -comentó.

-Joder, no me gusta en absoluto -dije asqueada.

-¿Y eso? -preguntó Candela.

-Cuando era pequeña vine con mi colegio también, y me perdí y demás, una mierda vamos -dije cerré los ojos. ¿Otra vez ahí? Le había cogido un trauma a ese parque increíble...sólo deseaba acabar ya la excursión y volver al hotel o irme de compras.

Cogimos el autobús y pusimos rumbo al Parque, no estaba tan mal, intenté no agobiarme pues odiaba este lugar bastante. Me senté en una piedra que había allí, la última vez que vine aquí tenía once años, era gordita, y una excluida social en lo que ha amigos se refiere, supongo que los años hicieron de mi evolución y crecimiento algo positivo, aunque pienso que todo el mundo debería aceptarse tal y cómo es. ¿Qué pasa por ser más delgada o más gorda? Yo te lo digo, diez kilos pueden mantenerte en la parte de los atractivos y de buen cuerpo, los populares; o puedes caer en la parte de los desechados, los feos y excluidos, hoy en día todo el mundo piensa que el físico es lo mejor y lo más importante, y aunque sí, a veces nos sentimos mejor con nosotros sabiendo que nos queda mejor una cosa que otra, o demás, lo importante en sí no es el físico, es el corazón y la cabeza, saber reaccionar a diferentes problemas, como tratar a las personas mayores, a los de tu edad, a jóvenes, e incluso a gente que está perdiendo su preciado tiempo para que tú seas alguien de provecho en un futuro, pero claro, con 17 años, ¿quién piensa en eso?. Nuestro lema es vivir la vida loca, follarte a todo lo que pilles y beber hasta caer en un coma etílico, ¿Qué más da? Si la vida es sólo una y hay que disfrutarla. ¡Qué equivocada está la juventud de hoy en día!

Miré a mi derecha y vi un camino de piedra pegado a una gran pared que contenía pequeños huecos de gran altura. Estoy aquí. Aquí estuvo Auryn, aquí dónde yo estoy estuvieron mis cinco tontos grabando un video. Sonreí. Nos hicimos muchísimas fotos por el parque y casi había olvidado el agobio que me provocaba su nombre.

Salimos alrededor de las 14:55 o así y fuimos directos al hotel, nos cambiamos y fuimos a comer. Me cambié los vaqueros por unos azules rotos y me puse un jersey blanco de rayas azules, corto que dejaba a la vista mi ombligo, y cambié el bolsito por una mochila de cuero marrón, perfecto para salir por la tarde. Compramos unas pizzas por una calle contigua al hotel, decidimos ir al cine a ver alguna película y ya de paso, pasábamos la tarde, que efectivamente, fue climáticamente desastrosa, puesto que cada X tiempo caían algunas gotas.

Compramos las entradas tras media hora decidiendo qué película veríamos, finalmente optamos por una de miedo por la que probablemente no pegaría ojos esta noche. Entramos y nos sentamos por la mitad del cine, delante teníamos una pareja discutiendo.

-Como se tiren así toda la peli...-dijo Sergio y yo reí. Me senté entre él y Vicky.

-'Eres increíble' –espetó el chico cabreado y se levantó quedando de frente a nosotros. Metió sus manos en los bolsillos y se fue por el oscuro pasillo que daba al centro comercial. Esas gafas, y ese pelo... ¿Podía ser Dani? Tal vez le echaba tanto de menos que empezaba a verle por todos lados, sería por la sensación de arrepentimiento al no hablar con él ni mirarle siquiera la noche anterior. ¿Fue una oportunidad desperdiciada y por eso mi subconsciente me torturaba de esta forma?

-Ahora vuelvo –susurré. Me levanté y lo seguí. Carmen me cogió de la muñeca y me hizo girarme.

-Ten cuidado, y no hagas nada de lo que te puedas arrepentir –dijo, me deshice de su agarre y corrí para no perderle de vista.

Salí y lo vi de refilón entrar al pasillo de los baños. Fui corriendo y le cogí de la muñeca antes de que saliera por la puerta trasera del centro comercial. Una corriente recorrió mi brazo cuando toqué su piel, era tan suave...se giró y me miró.

-¿Estás bien? –pregunté.

-¿A qué te refieres? –preguntó y lo solté. Se cruzó de brazos delante de mí.

-A la pelea con Cristina –dije tajante.

-Es lo que queréis, ¿no? Que nosotros lo dejemos –escupió bordemente.

-Mira, no me conoces de nada, sólo nos hemos visto una vez. No soy la típica Auryner que te quiere sólo para ella, acepto que tengas una relación con quién tú quieras, puesto que para algo es tu vida privada. Si ella tiene problemas con algunas chicas, sabía a lo que se enfrentaba haciéndolo público, de todas formas, sólo me interesaba saber cómo estabas, mejor me voy –dije y me di la vuelta dispuesta a irme. Intenté no soltar alguna lágrima, fui de buenas para hablar con él y me llevé una bordería, no era así como pretendía conocer a Dani.

-Espera –escuché y me cogieron del brazo, me hizo girar para ponerme enfrente de él y me miró a los ojos directamente...

Asumiendo riesgos {Dani Fernández}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora