Asumiendo riesgos {Dani Fernández}

Capítulo 6: Primera Noche

Llegamos al hotel y fuimos al hall, donde uno a uno nos dieron las habitaciones triples para éstos diez días. Nos presentaron a los de Barcelona, es decir, los residentes allí, nosotros fuimos los primeros en llegar junto a los Sevillanos puesto que nos encontramos en el vuelo de Madrid-Barcelona. Subimos las maletas con ayuda de los catalanes y bajamos a coger confianza en la terraza del hotel. En un sillón estábamos Carmen, Vicky; por parte de los Sevillanos, Candela y Miguel; y por parte de los catalanes Paul y Sergio. Habíamos hecho un grupito todos juntos. Sobre las 20:30 llegaron los canarios y a las 21:30 bajamos todos a cenar, la liamos un poco, lo admito, y descubrimos que dos chicas canarias que entraron al grupo amaban a Auryn, sus nombres eran Marta y Lucía, ambas morenas de ojos azules.

-¿Nos vemos en vuestra habitación? -dijo Paul.

-Si, como en 10 minutos -dijo Carmen, la cual sonrió coqueta. ¿Qué me había perdido aquí? Pusimos Don't give up my game cuando los chicos vinieron y allí estábamos reunidos los nueve. De repente tocaron la puerta, miré la hora en mi móvil, 23:30.

-Revisión de habitaciones, abrir -escuchamos decir con un leve acento canario.

-Mierda -susurró Lucía- esconderos, es el toque de queda.

-¿Cómo? -preguntó Vicky. Volvieron a tocar la puerta y todos se levantaron para esconderse. Miguel, Sergio, Lucía y Marta se escondieron bajo las camas, las cuales debido a las sábanas cubrían hasta el suelo y no se les veía. Carmen y Paul se fueron corriendo al baño y cerraron la puerta. Y por último Candela al ser tan delgadita se escondió detrás de las cortinas marrones que adornaban la ventana. Escuchamos el agua de la ducha caer y nosotras abrimos la puerta.

-¿Por qué habéis tardado tanto? -preguntó Susana, la tutora de los canarios.

-Teníamos la habitación hecha un desastre y necesitábamos ordenarla un poco -respondió Vicky. ¡Qué rápida! Yo asentí desde la cama tumbada, los chicos estaban debajo y los escuché reír levemente.

-¿Quién hay en la ducha? -preguntó. Y tocó.

-Está Carmen-respondí.

-Ocupado -gritó ella.

-¿Estáis sólo las tres?

-Obviamente -respondió Vicky y acto seguido movió su nariz como si de un ratoncito se tratara. ¿Podía ser más mona? Agradezco haber encontrado a esta niña tan alocada y tenerla como mejor amiga, gracias al cielo por habernos puesto en la misma clase y juntar nuestros caminos. La miré y sonreí. La quería con locura.

-No os acostéis tarde, mañana a las 8:30  en pie, tenemos visita al museo de cera a las 10:00 -finalizó, abrió la puerta y se fue.

-Salid con cuidado por si está espiando -dije acercándome a la puerta.

Todos salieron de debajo de las camas y se abrió la puerta del baño, de donde salieron Carmen empapada y Paul más de lo mismo.

-¿Os habéis metido en la ducha enserio? -preguntó Sergio riéndose.

-Si tío, ¿ y si entraba? no podía pillarnos.

-¿Y por qué estás sin camiseta? -dijo Candela.

-Me la quité porque estaba chorreando -se sonrojó y miró a Carmen quién agachó la mirada y fue a por una toalla. Se fueron a sus habitaciones antes de que pasaran a revisarlas y nosotras nos cambiamos para dormir, pondríamos la alarma a las 8:00 y así podríamos ducharnos antes de bajar.

Apagamos las luces y me entró curiosidad.

-Carmen, ¿ha pasado algo con Paul? -pregunté.

-No -respondió.

-Venga, cuéntalo -rio Vicky y encendió la lamparita de noche.

-Bien -suspiró- hablamos por privado y bueno nada tonteamos un poco y para que no nos pillaran nos metimos allí, escuche cómo abríais y abrí el agua. Si vierais lo guapo que se veía con las gotas cayéndole por el rostro, y ese pelo rubio, esos ojos azules claro...

-¿le besaste? -pregunté saltando de mi cama a la suya pues ellas dos dormían en dos camas pegadas, y la mía estaba en la pared de enfrente.

-Subió su mano izquierda a mi mentón y mientras con la derecha me pegaba a él, giró la cabeza y nos besamos -explicó sonrojándose.

-¿Y por qué se quitó la camiseta? -la rubia rio. Sí, Vicky era la tonta del grupo.

-Durante el beso se la quité yo -se sonrojó. Estaba peor que un tomate, tanto, que podríamos confundirla con uno.

-¿Te gusta Paul? -inquirió Vicky.

-...

C O N T I N U A R Á . . .

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7-8 Votos ¡¡y la sigoo mis niñas !!