Asumiendo riesgos {Dani Fernández}

Capítulo 35: La puesta

Tras cursar mi grado superior, a pesar de la escapada a Francia, la publicación inmediata de mi libro (del cual la semana que viene tengo otra presentación y firma de ejemplares) con tan sólo 22 años me gradúo en Estilismo. El curso se tornó complicado debido a mis bajones, mis viajes, debido también a Dani, a las fans que me llegaron a acosar en el instituto e incluso a mis problemas familiares. Me vestí sobre las cinco y media de la tarde pues la puesta de insignia era a las siete y media. Me hice la plancha y ricé levemente las puntas, luego coloqué el vestido verde esmeralda de terciopelo y con forma de cola de sirena. El maquillaje era leve, pintalabios rojo matte con sombra de ojos plateada a juego con los tacones y el bolso. 

El club donde se haría la presentación, la entrega de insignias y la cena a la que yo no me quedaría, puesto este año me iría con mi familia a cenar y luego con mis amigos de fiesta, era bastante grande y no estaba muy lejos de mi casa. Dani estaba en Sevilla en un concierto, y por ende me pondría la insignia mi padre, aunque en un principio deseé y anhelé que lo hiciera él, no sólo era mi novio, sino también mi ídolo, esa persona que estuvo en las malas, y que a pesar de las malas experiencias en el pasado, seguía siendo mi motivación diaria y lo mejor que tenía, era el hombro que necesitaba si me derrumbaba. Dani a lo largo de esta relación me ha demostrado todo lo que puede dar, incluso más, empezamos de nuevo hace cinco meses, y de verdad que estoy muy feliz de haberle dado una nueva oportunidad, por fin nos están saliendo las cosas bien. 

Mis padres me miraron bajar junto con la banda roja que anunciaba la finalización del curso de estilismo. Sonreí y nos hicimos unas cuantas fotos antes de partir hacia el club. Le mandé una foto a Dani y a mis amigos y me alagaron bastante, una no se gradúa todos los días, sí, tenía veintidos años y mis padres vendrían conmigo, no había nada de malo. 

Llegamos y me hice varias fotos con mis amigas, más tarde, todas nos sentamos para el inicio de la ceremonia. Yo, me senté con mis compañeros, en total éramos veinte chicas y chicos que se graduaban, pero el salón del club estaba a rebosar de personas, familiares, amigos y los profesores. Empezó un pequeño discurso, y tras eso llamaron por nuestros nombres para ponernos la insignia en las bandas. 

-Andrea, le pone la insignia su padre -anunció Rafa por el micro y subí mientras sonreía. El fotógrafo allí presente me hizo varias fotos individual. Me di la vuelta esperando a mi padre, pero no era él. Abrí la boca sorprendida y sonreí mientras abrazaba a Dani, él sonreí sin parar y me levantó del suelo en el abrazo, me soltó y cogió el escudo de plata de mi instituto para colocarme en la banda mientras yo intentaba reprimir las lágrimas, besó mi mejilla y me abrazó una vez más para posar ante el fotógrafo. Los abrazos inundaron el salón y mis amigas aplaudían y gritaban mi nombre. Me susurró un 'te quiero' y bajó del escenario por la escalera izquierda, y yo por la derecha, que estaba pegada a la puerta. Me senté de nuevo en mi sitio esperando que el acto terminara lo antes posible solamente por abrazar a mis padres, y sobretodo a Dani, nos vimos hace dos semanas, y el tiempo al fin y al cabo hace que extrañes el cuerpo de esa persona, es verdad que la distancia separa cuerpos pero no corazones, y lo siento, pero es inevitable no extrañar sus besos, sus caricias, la yema de sus labios rozando mi brazo. Hablar por facetime, por llamada, o por whatsapp no sustituye a su olor, su tacto, o simplemente una tarde tumbados en el sillón de su casa mientras acaricia mi cabeza. Que no hay nada como que te haga una coleta, sin saber. Lo busqué con la mirada y sonreí, susurré un 'gracias' y él asintió. Sus labios se movieron respondiendo con un 'No las des'. 

El acto terminó gracias a Dios y corrí hacia mis padres y mis amigas, quienes me recibieron con un fuerte abrazo entre todos. Nos hicimos un selfie entre todos y nos fuimos a cenar. Carolina, Candela, Vicky, Carmen, mis padres y Dani. 

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-¿Qué piensas hacer ahora Andrea? -preguntó mi padre mientras cenábamos en un restaurante llamado 'La Campana' 

-Supongo que relajarme un poquito, y seguir con el libro, tengo previsto publicar en un año más o menos la segunda parte, y terminar la gira de este. 

-¿Y tú que Dani? -preguntó mi madre, me tensé, no había muy buen rollo entre ellos. 

-Terminar la gira, y tras un descanso seguir componiendo y preparar el nuevo disco. 

-¿Qué pretendes en un futuro con Andrea? - me atraganté al escuchar eso. 

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¡¡HASTA AQUÍ NIÑAS!!

Dejarme votos y comentarios sobre lo que opináis de la novela. Os quiero!