Advertencia âš
Están advertidas 😅
La fiebre no habÃa bajado, era la segunda noche consecutiva en la que su cuerpo vibraba por los fuertes espasmos del abandono, los sollozos lastimeros que insistÃa en esconder eran casi imperceptibles. Jaemin la observó por la pequeña abertura de la puerta, sólo podÃa ver su espalda encorvada, su cuerpo oculto en sà mismo hecho bolita y oÃr el llanto silencioso de su lobo muriendo.
Volvió a la cocina, su corazón apretándose fuerte en su interior, contrayéndose una y otra vez en angustia, cada vez que la veÃa, cuando la escuchaba llorar solo se veÃa a ella misma algunos años atrás, quizás por ser Beta ella no tenÃa un lobo que pudiera morir, pero el sentimiento de inferioridad, de ser inútil, ser arrojada como basura era de las peores cosas que podrÃa vivir un ser humano. Nadie merecÃa sufrir algo asÃ. Se frotó las manos con amargura. No, ella no se quedarÃa de brazos cruzados viendo morir a la chica en su cama.
Hace unas cuantas semanas que Seulgi estaba alojada en lo que era su casa y de Yoongi y aunque su hermano ahora vivÃa con Jimin, eso no significaba que ella disponÃa de la casa como quisiera. Cuando la omega le pidió quedarse allà no dudó ni un segundo en brindarle posada y en agradecimiento, Seulgi, cada dÃa la despertaba con el desayuno y por las noches la esperaba con comida y aunque Jaemin le habÃa dicho que no era necesario que hiciera eso, ella insistÃa en pagar por su hospitalidad. Ambas compartÃan momentos divertidos, las largas noches se transformaban en segundos que transcurrÃan entre conversaciones sin sentido hasta temas profundos donde se reabrÃan viejas heridas y se consolaban mutuamente para luego volver a sus cuartos y descansar un poco antes de volver a trabajar. Seulgi esperaba poder solucionar sus problemas con Chanyeol y volver a su hogar, pero todo se desmoronó el dÃa que perdió la marca.
Esta mañana Seulgi se habÃa levantado de la cama unos minutos para contemplar su imagen en el espejo, estaba pálida, los labios resecos y profundas ojeras que llegaban hasta sus mejillas opacas, no habÃa comido, ni bebido pero es que su cuerpo no tenÃa fuerzas para levantarse, incluso estar parada era un esfuerzo enorme que le tenÃa temblando las rodillas, se abrazó a sà misma y las lágrimas volvieron a descender. Ya no podÃa más. Sintió perder el equilibrio y sus fuerzas la abandonaron, pero antes de caer de lleno contra la alfombra fue sostenida por los brazos de Jaemin, levantó la vista y contempló con admiración a la mujer que cuidaba fielmente de ella dÃa y noche, si antes estaba deslumbrada con su generosidad y empatÃa ahora era una increÃble fascinación. No supo en que momento perdió el conocimiento pero tiempo después estaba segura de estar despertando en un extraño sentimiento de calidez.
-Mmm- se removió lentamente sin abrir los ojos, el calor del otro cuerpo, las caricias en su espalda, el latido en sus oÃdos, era una gloriosa sensación de paz que la tenÃan extasiada. Estaba cómoda, se sentÃa cálida y contenida como hacÃa mucho no pasaba, se aferró más, empuño sus manos y se acurrucó en los suaves pechos.
¿Suaves pechos?
Luchó contra el confort y abrió los ojos, lo primero que notó fueron los finos rasgos de Jaemin, sus afilados ojos, el sonrojo natural de sus mejillas y la delicadeza de sus belfos rosas y luego fue deslumbrada por esa sonrisa que se sentÃa privilegiada de ver. Su cuerpo se tensó por encontrarse a sà misma pensando en la peculiar belleza de la mujer que la consolaba y quiso levantarse, pero los brazos firmes de la beta no se lo permitieron y la apresaron con más fuerza a su cuerpo.
-Shh, tranquila- Susurró. El aliento a menta llegó a su olfato y se deleitó en el aroma de la otra.
Cerró los ojos y volvió a acostarse sobre su cuerpo. Jaemin estaba semi acostada sobre la cama encima de tres almohadas y Seulgi prácticamente sobre ella con una pierna cruzando sobre las suyas, por unos segundos en todo lo que podÃa pensar era en la tranquilidad de los latidos marcando el compás de una suave melodÃa y en el rozagante brillo en sus mofletes. Estaba nerviosa pero aún asà querÃa permanecer un poco más en ese lugar.
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No puedo ser tu omega• YoonMin• Omegaverse•
FanfictionCuando la pareja de Jimin convierte su vida en un infierno decide que es hora de marcharse aunque eso signifique ser expulsado de la manada por abandonar a su alfa. Jimin se promete nunca más confiar en otro alfa. No existe cosa tal como la pareja p...