No puedo ser tu omega• YoonMin• Omegaverse•

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-Cariño, debes usar un suéter sobre el mandil ¿Ok? Aún no entramos en los días cálidos y no quisiera que enfermarás- Jimin correteaba detrás de Taehyung intentando colocarle el abrigo pero el cachorro no se la hacía fácil- Bebé... ven aquí- suspiró casi rendido cuando el menor trepó a una de las camas dobles de su habitación

-No necesito abrigo, papi, me veo muy gordito con él- puchereó- las niñas se ríen de mí, dicen que soy una albondiguita

Jimin estaba a punto de ceder pero realmente no quería que su niño se enfermara por lo que insistió

-Puedes dársela a papá a llegar a la escuela, pero no puedes salir así a la calle, sobre todo si el sol no calentó lo suficiente el ambiente- Insistió

-Taehyungie, cachorro, hazle caso a papi. Te pones el abrigo y en la escuela me lo das para que la guarde ¿Bien?- Yoongi entró a la habitación donde Jimin luchaba con el niño, se apoyó en el marco de la puerta bebiendo tranquilamente su café, Jimin lo miró suplicante para que interviniera, poco a poco empezaba a ceder el control y a confiar más en su ayuda que hasta ese momento no se habia dado cuenta de cuanto la necesitaba.

El cachorro meditó dos segundos las palabras del alfa e inmediatamente bajó de la cama donde se encontraba arrinconado escapando de su papi y le quitó el suéter de la mano para dárselo al alfa.

Yoongi tomó la prenda y lo miró sin entender, Taehyung alzó los brazos hacia arriba señalando que estaba listo para que se lo pusiera. La pareja sonrió, Jimin se cruzó de brazos incrédulo, llevaba veinte minutos intentando convencer al niño y su alfa con solo una oración habia conseguido hacerlo. El niño una vez abrigado se dirigió a la cocina a desayunar con sus hermanos dejando a los mayores solos.

-¿Dónde estuviste toda mi vida?- murmuró Jimin, un poco estresado a esa hora de la mañana

-En tus sueños, esperando por ti- le respondió el alfa mientras se acercaba para dejar un tierno beso sobre su nariz

-¿Sabes que eso sonó ridículamente cursi, no?

-Lo sé- ambos rieron- y te encanta

-Me encanta- aclaró y desvió su rostro para encontrarse con la boca del mayor. Los labios finos de Yoongi encerraban un sabor único que lo atraía como el polen a las abejas, era imposible no sucumbir ante el calor del alfa. Cruzó sus manos por su cuello para aferrarlo y continuar el beso, Yoongi se abrazó con fuerzas a la pequeña y fascinante cintura de Jimin intentando alejar la taza de café que llevaba en las manos, siempre era así cuando se encontraban cerca, el contacto los incendiaban por completo.

La mano libre del alfa bajó hasta el trasero de Jimin y lo cacheteó levemente y un gemido abandono los labios del omega que intentaba chupar la lengua de Yoongi.

Oh~

-Papi, tu teléfono está sonando- Kookie entró a la habitación interrumpiéndolos por la melodía que provenía del móvil del omega. La pareja se separó y Jimin nervioso sujetó el aparato y le sonrió a su cachorro que tenía un bigote de leche sobre el labio y volvió a salir mientras masticaba una rosquilla

-Es Namjoon- anunció antes de atender

-Ho-

-Jimin

-¿Sucede algo? No suenas bien

-Lamento decirte esto, Jimin

-¿Está todo bien? ¿Paso algo malo?

-Sí, bueno, no sé